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Pov's Levi

-¡Corre estúpida que llegamos tarde! -me grito el pendejo de Paul-

-¡Eso hago pendejo! -iba un metro detrás de el -¡Estúpido carro! -grite lo más alto que pude-

Las pocas personas que por ahí pasaban nos miraban raro, pero como no hacerlo, ver a dos chicos a las 6:30 de la mañana corriendo y gritándose no es muy normal en este pueblo.

-¡Si llegamos tarde te culpare de todo! -me grito Paul-

-¡Y una mierda! -le devolví el grito -¡Tu solo corre! -y si señores llegamos faltando 3 minutos para que diera el timbre de entrada-

-No sé cómo puede ser que casi llegamos tarde si vivimos en un puto pueblo -se quejó Paul mientras entrabamos al salón -¡Un pueblo mujer! -me grito al oído-

-En primera no me grites animal -le dije mientras lo golpeaba en el hombro-

-No sé cómo tienes tanta fuerza si no haces ningún tipo de ejercicio -se quejó mientras se sobaba el hombro-

-Ñee no te quejes llorón -me saco la lengua -volviendo al tema, en segundo, no es mi puta culpa que el auto no encendiera -me defendí-

-Hare como que te creo -se dejó caer en unos de los lugares vacíos-

-Tu problema -me senté a su lado-

A los segundos entro el maestro, era uno de los más jóvenes, pero para la desgracia de muchas chicas era felizmente casado y tenía un tierna bebe que yo cuidaba algunos fines de semana, la clases y el almuerzo transcurrieron normales, ya nos encontrábamos a unos segundos de salir, todos estábamos impacientes, incluido el maestro, sono aquel horroroso pero glorioso timbre, me levante como resorte y salí corriendo del aula, no me mal interpreten me gusta la escuela, pero tenía hambre y la comida de la cafetería no me lleno, me pare frente a mi casillero, que de pura suerte comparto con Paul así que es grande, saque mi preciado piano, llego después de unos minutos, saco su guitarra y caminamos fuera del edificio.

-Pendeja -me hablo -corres rápido -lo mire confundido -saliste como rayo, ni bien toco el timbre y tú ya habías salido por la puerta-

-Tengo hambre, me encogí de hombros-

-Eso explica mucho -rio -el maestro hasta me pidió que te dijera que debías entrar al club de atletismo-

-¿Yo? -reí y luego el-

-Ya se -termino de reír -tu para hacer ejercicio tiene que estar la comida de por medio, aun no sé cómo no engordas -lo mire mal -no me mires así, tu no comes, tu tragas mujer-

-¿Y? -lo mire con una ceja alzada-

-A veces me pregunto si tienes un lado femenino -se tocó la barbilla y luego vio su reloj -santa puta mierda-

-¿Qué? -mire la hora en mi celular -mierda, vamos muy tarde-

Se preguntaran ¿A dónde vamos tarde?, fácil Paul ensaya todos los días en un lago que está un poco internado en el bosque, caminamos un poco apresurados y después de unos minutos llegamos, me senté en una piedra y me coloque mi piano en las piernas, el coloco la cámara para grabarnos y un micrófono frente a nosotros dos.

-Bueno a darle hombre -el me miro con una ceja alzada y yo solo le aplaudí-

HibiridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora