IV.

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Pov's Levi

¿Dónde estoy?, la verdad ni yo misma se dónde me encuentro, solo sé que estoy cansada, con hambre y sueño, todo a mi alrededor eran árboles, piedras, arbustos y más árboles.

-A la mierda ya me cansé -me deje caer y me recosté sobre una piedra -ya que -me encogí de hombros y me coloque bien la guitarra y busque una canción que amerite este momento-

Aquí estaba, cansada, perdida, con hambre, por más que aquella parte coherente de mi me dijera que saliera de aquí, otra más rebelde y con mayor fuerza me decía que no, que estaría protegida aquí, y como yo soy todo rebeldía hice caso a lo último y me quede, cuando termine de cantar, me sentía un poco menos molesta, confusa, triste y sobre todo dolida, la magia de la música amigos míos.

-O miren lo que tenemos aquí -un pequeño susurro se escuchó, pero si lo alcance a escuchar-

-A la mierda -susurre mientras me levantaba de golpe, escuche una pequeña risa-

-Que vocabulario princesa -frente a mi estaba una, ¿persona? ¿bola de masa?, ni la puta menor idea, era como humo negro, pero con cierta forma de persona-

-¿Qué coño eres? -en este mismo momento estaba entre asustada, confusa y curiosa, rara combinación lo sé, esa cosa negra se volvió sólida y frente a mi estaba un chico -meh -me encogí de hombros -solo eres un vampiro -me miro sonriendo-

-¿Miedo? -me pregunto mientras sus ojos se volvían rojos, negué -¿Terror? -poco a poco sus ojos volvían a ser azules, negué por la pregunta -¿Entonces?-

-Más bien hambre -me miro sorprendido para después volver a soltar una carcajada-

-Eres mejor de lo que esperaba -se acercó rápidamente hasta mi -ahora dime, ¿Cómo sabes que soy un vampiro?-

-Fácil -camine unos pasos alejada de el -tu piel, que por más moreno que seas, tiene un atavismo de que le falta más vida -lo mire a los ojos -así como tú, y con lo que hiciste de tus colmillos y ojos solo lo confirmaste-

-Wow -iba a seguir hablando, pero lo interrumpí-

-Cállate que aún no termino -me miro sorprendido -lo que quiero saber es el como antes eras una bola de humo -este me miro mal-

-En primera no es humo -me señalo con el dedo, lo miré con una ceja alzada -bueno en si es humo -sonreí victoriosa -pero esta solo representa mi alma -abrí la boca para hablar -y antes de que hables, si tengo alma -ahora sí que estaba confundida-

-¿Como? -recargue mi peso en una de mis piernas e incline mi cabeza a un lado, dando a entender mi curiosidad-

-Soy un hibrido -con esas simples palabras hizo que mi corazón empezara a latir como loco, sentía como palidecí, esto significaba una sola cosa-

-Estoy en el bosque de los perdidos -susurre, el chico me miro sonriendo, mierda estaba acabada -tengo que salir cuanto antes de aquí-

-¿Porque tanta prisa princesa? -su pregunto mientras se pegaba a mí -quédate un rato la podemos pasar bien -me sonrió de una manera rara-

-Y una mierda -empecé a caminar hacia una de las direcciones, oí que soltó una carcajada-

-Por ahí solo encontraras más bosque princesa -me detuve en seco y me giré a mirarlo-

-Entonces podrías hacerme el favor de guiarme hasta el pueblo -me miro achicando sus ojos -o al menos me puedes llevar a la salida de este territorio -solo sonrió y empezó a caminar-

-Sígueme -sin más corrí hasta quedar a la par de el-

En todo el camino ninguno de los dos hablo, no era un silencio incomodo, pero tampoco un cómodo, me estaba empezando a impacientar, no se cuánto llevábamos caminando, pero ya me estaba aburriendo, empecé a tararear una canción, no sé cuándo pero los dos termínanos cantando la canción, me sorprendí de que se supiera la letra, intentaba no reír por como cantaba y a veces me señalaba, pero durante todo el camino la cantamos, cuando menos lo espere ya estábamos en la entrada del pueblo, me gire para darle las gracias, pero en lugar de eso, solo recibí un beso fugaz en la frente y aquel chico ya no estaba, así que rápidamente salí de aquel lugar, no sabía que más criaturas me podría encontrar.

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