Hibirida

V.

Pov's Levi

Era Iker

-¿Puedo subir? -no sé si sea buena idea, mis padres pueden entrar y enojarse, pero como no creo que lo hagan, es mi mate después de todo, así que solo asentí-

Tomo impulso y vi cómo se sujetó del marco de la ventana, ahí entendí que tenía que hacerme a un lado para que pudiese pasar y así lo hice. Ya una vez que estuvo dentro yo me deje caer en la silla de mi escritorio y el solo se sentó en el suelo frente a la cama.

-Entonces... -rompí el silencio -¿Qué haces aquí?-

-Estaba preocupado -ahí si me sorprendió -no sabía si estabas bien, si necesitabas desahogarte-

-Yo... -no termine la frase porque me abrazo, ni cuenta me di que se acercó a mí-

-Sólo desahógate -sin más me rompí a llorar-

-¿Porque la vida es tan injusta? -susurre entre sollozos-

-La vida es una perra cuando se lo propone -me dio un beso en la cabeza -pero demuéstrale que por más perra que sea no te derribara-

-Pero -iba a replicar, pero no me dejo terminar cuando volvió a hablar-

-Linda, tus padres no lo hicieron con intenciones de hacerte daño, solo te protegían -se separó un poco de mi sin romper el abrazo -solo no estés enojada con ellos, el solo ver como sus rostros predomina el dolor -lo mire sorprendida -todos están tristes desde que te enojaste-

-Por Dios -susurre, me dolió imaginar a mis padres llorando y a Paul deprimido -tengo que aclarar todo con ellos -sin más me separe de él y abrí la puerta para correr escaleras abajo-

(...)

Después de horas de llantos, mis padres y Paul pidiendo perdón, abrazos y más lágrimas, me explicaron en porque no me lo dijeron, según esto aún buscaban la forma de arreglar lo de mi olor, pero si para mis veintidós años no podían me dirían todo, pero no contaban con que lo supiera ya. Y aquí estamos todos sentados, el silencio reinaba y era algo que realmente no me gustaba.

-Podrían por favor hablar -todos me miraron -sé que amo el silencio, pero en este momento me estoy desesperando -todos rieron, por mi parte solo gruñí un poco-

-Tranquila pequeña -mi padre me abrazo -porque no vas con tu madre y Lila afuera un rato -se puso de pie y todos lo imitamos -tengo cosas que hablar con Iker y Paul-

Muy a mi pesar solo asentí, salí dejando atrás a mi madre y Lila, vi por el rabillo del ojo como le daban un beso a Paul y a mi padre, Iker solo sé que parado con la mirada un poco perdida, pobre, tal vez esperaba eso de parte mía, es mi mate, según él, tal vez uno en la mejilla no le haría daño a nada ¿O sí?, importándome poco camine hasta quedar aun lado de él y poniéndome de puntitas le deje un beso en la mejilla y salí como alma que lleva el diablo de la casa al jardín.

(...)

Pov's Iker

Me había dado un beso en la mejilla, sonreí como idiota, mi princesa me había dado un beso en la mejilla, claro que me tomo por sorpresa, pero estaba endemoniadamente feliz, salí de mi transé de felicidad al escuchar gruñidos, Paul y el padre de Levi me gruñían mientras me mataban con la mirada, okay esto ya me esta asustando, las mates de estos le dieron otro beso y salieron por donde antes lo había hecho Levi.

-Síganme muchachos -mire a Paul, pero este solo me mato con la mirada, santa mierda-

Sin más remedio seguí a los dos, iba de ultimo por si alguno intentaba matarme, obvio no eran nada contra mí, pero no pensaba dañar a alguien valioso para Levi, cuando menos lo pensé estábamos dentro de lo que yo supongo es un despacho, vi al Señor Gen mirarme, soltando un suspiro nos indicó que tomáramos asiento.

-¿Dices que eres mate de mi hija? -yo solo asentí, el por su parte me miro con una ceja alzada -¿Cómo estas tan seguro?-

-Por obvias razones no es por el olor -vi como los dos asintieron -fue hoy en la tarde -y así le fui relatando lo ocurrido horas antes-

(...)

Ambos me miraban atentamente, se miraron entre ambos.

-¿Paul? -por su parte solo asintió, afirmando que mi historia era verídica -pero -oímos un aullido, los tres no tensamos y nos miramos, los tres sabíamos que significaba, peligro-

Salimos echando humo, en el patio se encontraban dos lobas, me imagino que la señora Gen y Lila, ambos protegían a Levi, ella se encontraba detrás de ellas, su posición era defensiva, como si esperara cualquier movimiento para atacar, mire delante de ellas, un chico, sus ojos eran negro, no sabía que podía ser, tenía olor a vampiro, pero también cierta esencia de duende, mierda es un hibrido, nunca alguno de ellos había entrado a una propiedad.

-¿Qué es lo que quieres? -la voz del señor Gen hizo que el chico lo mirara-

-Solo vengo a dar un mensaje -nos miró a cada uno, pero duro más tiempo en Levi, mi lobo gruño de celos-

-¿Cuál es? -pregunte-

-A cada ser se le informa que algunos de nosotros estamos en busca de nuestra reina, si alguien tiene información de su paradero se le agradecerá -mire de reojo a todos, sabia cuál era la pregunta que todos teníamos en mente en este momento, ¿Los híbridos tienen reina?-

No me confiaba de las palabras de este chico, desde que los híbridos existen nunca se revelo que hubiese alguien que los reinara, los híbridos se caracterizan por no seguir a alguien, ya que por más que intentáramos integrarlos a alguna manada, aquelarre o reino (vampiros), estos se negaban y los que aceptaban no duraban más de un mes cuando simplemente se iban.

-¿Reina? -Paul sono confundido-

-Si -contesto el chico con simpleza -así que dado mi mensaje me voy -miro por última vez hacia nosotros para desaparecer-

-¿Cómo es posible? -susurro el señor Gen-

-No lo sé -hablamos al mismo tiempo Paul y yo-

Cuando menos me di cuenta la señora Gen y Lila ya estaban en su forma humana, Levi miraba todo sin comprender, con pasos lentos me acerque a ella, la escanee con la mirada para mirar si no tenía algún tipo de herida, pero al percatarme de que no la tuviera simplemente la abrace, ella me devolvió el abrazo.

Así es como se sentía tener tu alma gemela, era algo agradable, mi corazón latía como loco, sentí como mi lobo aullaba de amor, como en mi estómago daba un vuelco solo con sentir que me correspondía el abrazo, era algo simplemente magnifico, la abrace con más intensidad y sentí como ella rio, yo solo escondí mi cara en su cuello con una gran sonrisa en ella, nunca la dejaría ir.

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