Pov's Levi
Han pasado exactamente dos semana después de lo ocurrido con el chico, aunque una parte de mi quería saber más al respecto de esa reina otra me decía que no era asunto mío, en la primera semana pregunte al respecto de eso pero ni mis padres, ni Paul, mucho menos Lili y Iker no me dijeron nada respecto, eso me molestaba pero hasta cierto punto, sabía que eso no debía importarme, pero la parte curiosa de mi había hecho que buscara en la biblioteca de mi padre, la del pueblo pero no había encontrado nada y en internet tampoco, eso me frustraba.
En el transcurso de las dos semanas había estado "saliendo" con Iker, era lindo y gracioso, por no decir que un caballero, me había tratado como si de una reina se tratase, una parte de mi le estaba empezando a tomar cariño, mi padre y Paul al principio se opusieron alegando que era muy pequeña y no sé qué más, pero con una mirada de mi madre hizo que los dos se callaran, había veces que me causaba gracia el poder que mi madre tenía sobre ellos dos, más sobre papá. Justo en este momento me estoy "arreglando" para salir con Iker, dijo que iríamos a cenar, pero como no sabía si el lugar era elegante o casual decidí usar un vestido, el cual no era el más elegante que tenía, pero servía para la ocasión, decía que me estaba "arreglando" ya que no me hice la gran cosa, solo un poco de brillo en mis labios y mascarilla de pestañas, nunca me había gustado usar maquillaje en exceso, en este momento me encuentro en mi cuarto jugando un poco con Paul y Lila, aunque había veces que deseaba salir de mi propio cuarto por lo acaramelados que se comportaban, pero no le podía hacer nada, después de todo son mates.
(...)
La cena con Iker era de lo mejor, contábamos anécdotas de cuando éramos pequeños, aunque las mías no eran tan graciosas como las suyas, hubo un momento en el que solo me miro con una sonrisa, sus ojos brillaban de una manera tan hermosa, como si yo fuera lo más importante en su vida.
Iker, era realmente alguien atractivo, su piel ligeramente bronceada, sus ojos color café, tan oscuro, eran penetrantes pero a la vez tan atrayentes, sus labios carnosos y rosados, tenía sus facciones bien definidas, le daban un aire maduro, su cabello, de un negro como la misma noche, tal como el pelaje de su lobo, tenía tentación de pasar mi mano por ese cabello, de saber si era suave como se miraba desde mi posición, lentamente baje mi vista hasta su cuerpo, su cuerpo, aunque ya hace días que lo vi no he podido sacar esa imagen de mi mente, su cuerpo bien definido, sus brazos trabajados, pero lo que más me llamo la atención fue esa "V" marcada en su abdomen bajo, pero en pocas palabras Iker era todo un hombre, sumándole su caballerosidad y su forma de tratarme me ha tenido encantada.
-¿Pequeña? -su voz me saco de mi transe, para dirigir mi vista a sus ojos-
-¿Si? -me sonrió, era una sonrisa cálida-
-Te preguntaba si querías postres -yo rápidamente asentí -¿Qué quieres? -tomo mi mano y le dio un apretón-
-Helado de chocolate -susurré, sentí mi rostro arder-
-En un momento se lo traemos -no me había percatado del mesero que se encontraba aun lado de la mesa-
-¿Tu que pediste? -susurre, aun no soltaba mi mano, pero tampoco es como si quisiera que lo hiciera-
-Una rebanada de pastel de fresas -sonrió aún más-
-Tu favorito -susurre, con la intensión de que no me escuchara-
-Exactamente -me respondió, mierda me había escuchado -veo que aún lo recuerdas-
Por mi parte solo le sonreí, hace días decidimos hablar de nuestros gustos, sueños, miedos, de todo aquello que tu mate debería saber.
(...)
Después del postre, de más risas decidimos que era momento de volver, no por el hecho de que quisiéramos, si no por el hecho de que mi padre estaría más que furioso si llegara pasada la media noche. Ambos íbamos en un silencio cómodo, la música de fondo era tranquilizante, Feel you, la había escuchado un par de veces, su ritmo me calmaba y su letra de cierta forma me gustaba, cuando menos lo espere ya estábamos fuera de mi casa, las luces estaban apagadas, menos la que alumbraba la puerta de entrada, aunque todo estuviese apagado sabía que mi padre espiaba por la ventana.
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Hibirida
General FictionUn pequeño error puede tener muchas consecuencias, demasiadas diria yo. -¡Tu causaste todo esto! -grite con dolor pero sobre todo furia- -Tienes que calmarte -me hablaron mis unicos amigos- -Me largo -sin mas sali por aquella puerta-