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Carta #8

Querida Tanya:

Quiero hablarte.

No sabes las ganas que tengo de hablarte.

Contigo, tengo ganas de hacer muchas cosas, Tanya.

Muchas.

De eso hablaré otro día.

Pensé en no seguir escribiendo cartas, pero cuando ordenaba mi habitación, encontré una pulsera.

¿recuerdas nuestra pulsera de "bff"?

Aún recuerdo cuando te la di.

Habías estado llorando esa tarde. No te había encontrado por ningún lado.

Pero supe que estarías en nuestro lugar secreto, bajo el árbol.

Escuché tus sollozos y mi corazón se partió.

Llegué a ti preguntando sobre qué pasaba.

Respondiste con un "nada" y sonreíste.

Ahora que me doy cuenta.

Fui y soy un idiota.

Creí que era "nada", creí que estabas bien. Y cambié de tema, regalandote la pulsera, con la escusa de que cumplimos un año de habernos conocido.

Ese día cometí un grave error.

Tú no estabas bien.

Y yo, no me percaté.

¿por qué fui un estúpido?

Cartas sin receptor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora