v e i n t i t r e s

71 8 3
                                    

Carta #23

Querido Jack:

Hey.
No puedo preguntar "¿cómo estás?" Ya que no responderías.

Leí tus cartas, todas y sé que es tarde ya que pasó un año desde eso.

Tampoco fui a tu funeral, simplemente no pude.

Y ahora quise, olvidarme de ti, pasar la página y escribí esta carta ya que pienso ir al cementerio a despedirme de ti como se debe.

Ya que, nunca me pude despedir de ti.

¿Recuerdas lo último que te dije?

"No te quiero volver a ver nunca más"

Fue después de nuestro último día de clases, cuando los dos sabíamos que no nos volveríamos a ver.

Y quién hubiera pensado, que ahora estoy más arrepentida que nunca.

Te extraño, de verdad te extraño.

El primer día de clases en el que te conocí.

Cuando aquel chico rubio y tímido cruzó el umbral.

¿sabes qué extraño?

Extraño tu sonrisa; como era capaz de darme escalofríos y habían veces que solo necesitaba una sonrisa tuya para olvidar todo. Y ni hablar de tus hoyuelos, eran tan hermosos como tú, y encajaban perfecto con tu perfecta risa.

Extraño tu cabello; ¿alguna vez te dije que lo suave que era? no, creo que nunca, y ahora no podré decirtelo. Amaba cuando te recostabas en mi regazo y me pedías que acariciara tu cabello hasta que te quedaras dormido.

Extraño tus ojos; aquellos que eran capaces de descolocarte en una sola mirada. Aquellos ojos que me enamoraron. No importa de lo que yo hablara, tus ojos siempre parecían estar atentos en mi.

Extraño tu voz; esa voz ronca que reflejaba tu pereza en las mañanas y sé que no sabías cantar, me alegro de nunca haberte escuchado jajaja. Se escuchaba también cuando pronunciadas mi nombre, sobre todo cuando dijiste "me gustas", fue la mejor combinación.

Extraño tus labios; cómo se tornaban en una hermosa y perfecta sonrisa. Cómo una vez tus labios se encontraron con los míos, y aunque haya sido solo para engañar a mis padres. Créeme que eso fue un sueño hecho realidad.

Extraño tus brazos; con los cuales me abrazabas y eso ya era suficiente para mi, no necesitaba más. Solo a tus fuertes brazos rodeando mi cintura. Extraño estar entre tus brazos, Jack.

Extraño tus manos; sobre todo cuando posabas tu mano en mi mejilla y con tu pulgar realizabas suaves caricias. La manera en la que encajaban perfectamente con mis manos. Esas manos que a pesar de todo, nunca me dejarían caer. Extraño el tacto de tu mano.

Extraño tu torso; y sí, lo extraño. A veces funcionaba como almohada y otras veces solo para desquitarme con él, depositando lágrimas mientras tú acariciabas delicadamente mi cabello.

Extraño tu humor; era único, solo tú eras capaz de hacerme reír a carcajadas, solo tú. Y aunque yo estuviera molesta, faltaba que soltaras una de tus bromas y yo fuera incapaz de reír.

Extraño todo de ti, Jack. Todo.

Ahora me lamento.

Pensar en que, no tendré una vida contigo, ya no.

Nuestros hijos, llamándote papá

Verte envejecer a mi lado

Tener algo contigo Jack

Cartas sin receptor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora