No lo sabía; Ella sólo estaba ahí y yo estaba sangrando. Acepté su ayuda sin saber si realmente me iba a controlar o no.
Últimamente estaba perdiendo los sentidos por culpa de ella; cada vez que se acerca, cada vez que me mira, cada vez que me habla, cada vez que me toca: tiemblo, siento que voy a vomitar en cualquier momento y eso malditamente me gusta. No puedo con esto, no otra vez. Pero no puedo evitarlo.
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Llegamos. Entramos a su hogar. Trae el botiquín. Cura mis heridas.
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Ella se va. Entra a su habitación. Deja la puerta abierta. Se desviste.
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Hay alguien, lo siento. Me dice que la chica que está allá adentro está seduciéndome, pero eso ya lo sé.
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Me dice que tengo que hacer lo correcto. Se va y yo me siento tan abrumado, estoy bloqueado. Me levanto.
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Ahora, estoy corriendo bajo la lluvia directo hacia mi hogar. Subo a mi habitación. Cierro los ojos.
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Vuelvo a la realidad. Sé lo que hice, estaba bloqueado, ahora lo sé. Tuve sexo. Con ella, con mi profesora. Acabo de matarla. La maté, pero sé que era lo correcto, ella me lo dijo.
Norman Bates.
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