Luego de una larga semana, por fin es Viernes.
Estaba en mi casa, me estaba arreglando ya que iríamos al club. Me vestí de una manera casual, no irían tan elegante como en el pasado. Bajé a la sala y me despedí de mi mamá, salí con mi hermana y nos subimos a la moto. Cuando llegamos a la casa de Sam y Jack, vi que Jam estaba afuera jugando con Sam, sonreí al verla tan feliz con el perro.
– Qué guapo está Jam ¿No? – Me acerqué a Sam y ella sonrió
– Claro – Dijo – Se parece a su dueño – Dijo y la miré
Eso era una indirectas para mí ¿No? Me acababa de decir guapo.
– Me refería a que se parece a su dueña – Intento arreglarlo
– Claro, claro – Dije
– Bueno, ahora sí vamos a el Club – Salió Jack junto con Sophie de su casa, al parecer ya habrían regresado.
También salió Jonathan, apreté mis puños ya que vi como disfrutó el beso que Sam le dió. Comencé a caminar detrás de los chicos, lo cual creo que fue mala idea ya que todo el camino vi como Jonathan y Sam se daban amor a ellos mismos.
Al llegar a el Club nos encontramos a Ethan, Finn y Rachel. Me dirigí directamente a la barra, junto con Finn y pedimos unos tragos para comenzar a pasar el rato. Luego de unos minutos Finn se fue para bailar con Rachel, mientras que yo me quedé sentando.
Veía como Sam y Jonathan la pasaban genial, ambos estaban bailando muy pegados, que celos, por dios. Veía como Sam tomaba y tomaba cerveza, se pasaba de los tragos.
– ¡Jeff! – Me gritó Finn
– ¿Qué sucede? – Le dije
– Que llevas mirando a Sam desde que llegamos a el Club –
– Bueno, es que no para de beber. Si te digo que ya lleva unos seis vasos de cerveza no estoy mintiendo –
– Bueno, pero está con su novio –
– Pues sí, pero parece qué él también está algo tomado –
– Déjalos Jeff, ven a bailar con nosotros –
Me fui a la pista de baile y comencé a divertirme con mis amigos, pero seguía viendo a Sam y a Jonathan, vi cuando Jonathan se acercó al oído de Sam y le susurró algo, ella solo sonrió y asintió, comenzaron a caminar y yo los seguí. Ojalá y no fuera lo que estaba pensando.
Ví como entraban a una bodega, lentamente me acerqué y entré también. Sí, era lo que estaba pensando. Cuando vi que ambos se besaron y Jonathan se deshizo de su camisa, no pude controlar mis celos y salí de mi escondite, lo tomé del brazo y le dí un fuerte golpe en su cara. Sam estaba tan pasada de copas que ni se dio cuenta. La tomé de la mano y la saqué de ahí, estaba seguro de que el chico no se acordaría quien le dio el golpe, le llevé a su casa, en el estado en el que Sam se encontraba, cualquier chico podría abusar de ella.
– Gracias Jeff – Dijo cuando llegamos a su casa
Me dio un abrazo, esta vez el olor a alcohol entró por mis fosas nasales, se acercó aún más a mi, me iba a besar. Yo me hice a un lado.
– ¿Qué? – Preguntó extrañada
– Sam, no sabes las ganas que tengo de besarte – Susurré
– ¿Y porqué no lo haces? – Me susurró también
– Porque estás tan tomada, que mañana no te acordarás de este momento –
Se quedó callada y entró a su casa.
Las ganas de besarla cada vez eran mayores, pero Sam no se acordaría si la besaba ahorita, así que no lo haría, me tendría que esperar.
