la chica sonrió cuando deslizó sus dedos por el cierre del sobre que sostenía en sus manos.
ya casi nadie envíaba cartas a otras personas, ni ella misma lo había hecho desde aquella última vez, al menos quince años atrás.
su expresión se iluminó aún más cuando recordó al tímido mark de por entonces, que la única manera de hablarle fue por medio de una carta en su taquilla, que por cierto, aún conservaba.
ella a veces leía todas las cartas que mark le envió, sólo por el simple hecho de recordar esa sensación de tener un amor adolescente; cosa que había acabado cambiando.
la chica metió el sobre en su bolso y se dirigió a la oficina de correos, dónde finalmente esa carta sería enviada a alguien a quién no veía desde hacía mucho.
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la carta viajó por infinidad de ciudades, recorriendo el mundo hasta que consiguió llegar a su destinatario, el que no pudo evitar una amplia sonrisa al ver quién había seguido con las viejas tradiciones.
desgraciadamente, la última vez que se vieron en persona fue aún en sus días de instituto, justo antes de recibir una beca para estudiar fuera del país.
le habría gustado volver, pero después de asentarse en otra ciudad distinta, no era nada fácil buscar una buena excusa para viajar a casa de nuevo.
pero, mientras el chico abría el sobre, no imaginó que tal vez aquella carta era la mejor excusa.
“querido jaebum,
hace tanto que no nos vemos que no
se si estoy segura de poderte reconocer cuando te vea; espero que no hayas cambiado demasiado en este tiempo.
en esta carta me gustaría contarte muchas cosas que han ocurrido en los últimos años, pero será un honor guardarlas un poco más;
más o menos, para cuando nos veamos
el año que viene, en una ceremonia
muy especial y en la que es imprescindible tu presencia.con cariño,
la prometida de mark.”