Noe (narrador):
Luego de ese aterrizaje, comenzamos a caminar hacia aquella luz al final del camino llamada aldea. Era de noche, hacía frío y no teníamos nada para arroparnos ni un lugar para refugiarnos. Al cabo de 5 minutos de viaje a pie el helicóptero estalló en mil pedazos, un fragmento de metal pasó sobre nosotros y cayó a un metro de nosotros.
Ya cerca de la aldea nos percatamos de que no había nadie, estaba desolado. El silencio hacía que el nerviosismo recorriera mi cuerpo. Nos acercamos a una casa y asomé la cabeza por un hueco. Solo había camas, comida y medicamentos. Comencé a sospechar de este lugar.
Yo: ¿Quién dejaría comida, una buena cama y medicamentos?
Blanca: A lo mejor estaban apresurados por irse.
Julio: Cállate. Mejor guarda tu aliento para calentarte.
Yo: Tú no me callas.
Julio: ¿Me estás amenazando?
Daniela: Julio, ya basta.
Yo: Sí, te estoy amenazando. Ahora tú cierra la boca que no soy un muñeco para que me controles.
Julio sacó un cuchillo de la nada e intentó acuchillarme, con un hábil movimiento salté hacia atrás y saqué mi arma. Le apunté y él se detuvo.
Yo: No muevas ni un solo músculo
Julio: Este cuchillo quedará clavado en tu cuello.
Alejandro: Julio, tranquilo. ¿Qué te pasa?
Julio: Estoy harto de solo ir de aquí para allá y solo encontrar enemigos, muerte y lugares vacíos.
Daniela: Alégrate por seguir vivo.
Yo: *volteando* Mira esto, lo vamos a lograr y ¿tú quieres solo matarme?
Julio: *susurrando* Sí.
Julio había aprovechado que yo estaba volteado y se acercó a mí, susurró en mi oído su respuesta, puso su cuchillo, que al parecer era de militar, en mi cuello.
Julio: No muevas ni un solo músculo.
Yo: Ugh. Jejeje. Ya pareces una máquina grabadora de sonido.
Crucé mi pie con el de él y lo hice caer junto a mí. También dejé caer mi arma, así que antes de que Julio pudiese golpearme hasta dejarme inconsciente cogí mi francotirador y en un intento fallido le disparé.
*disparo*
Volví a jalar el gatillo pero esta vez no tenía balas. Retrocedí al grado de tropezarme con el pedazo de metal que ahora estaba enterrado en la arena. Mientras Julio se acercaba a mí accidentalmente puse mi mano sobre algo no tan pesado, lo levanté y me di cuenta de que era una cajetilla de balas de francotirador. Recargué mi poderosa arma y con él enfrente de mí le disparé.
*disparo*
Le logré dar en un lugar nada mortal pero que sí lo redujo, supuse que era una parte sin hueso de su pierna aunque sangraba un poco.
Julio: AHHHH. MALDITO.
Blanca: (a mí) ¿Qué te pasa?
Daniela: Hey, Julio. Ven te curaremos adentro. Solo resiste un poquito.
Julio: Vas a morir.
Blanca y Daniela se llevaron a rastras de las manos a Julio. Yo por mi parte solo opté por caminar en esa aldea de arenisca, mientras Alejandro y Alex me seguían por atrás.
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Fuera de la burbuja [Editando]
Science FictionEn un mundo invadido por caminantes un país se ha prevenido del ataque que nadie creyó. Lamentablemente no soportó más de un par de años por lo que la mayoría de su población también se convirtió en estos seres; los que sobrevivieron fueron llevados...