Petición de Dianaroronoa y GoaSs24
Nota: Algunos diálogos irán en cursiva, esto quiere decir que están hablando en ruso. El resto del tiempo el idioma sería japonés.
Advertencia: Contiene lemon.
Le encantaba su trabajo. Levantarse cada mañana para ir a cuidar sus flores, organizarlas en ramos preciosos, de todos los colores y estilos, y el olor a jardín que desprendía su tienda.
Robin había vivido un tiempo en Japón, gracias a un puesto alto en una conocida empresa. No estaba mal, ganaba mucho dinero y no trabajaba en exceso, pero el hijo de su jefe, ese niño rico que todos tenemos en mente, se encaprichó con ella. No solo no era para nada el tipo de hombre que le gusta a Robin, sino que ni siquiera era mayor de edad. Esto podría haberle traído muchos problemas a la mujer, así que decidió dejar la empresa antes de que empezasen a correr rumores que la pudiesen perjudicar.
No le dolió abandonar ese trabajo, ya que a pesar de estar bien pagado, lo que de verdad le apasionaba eran las flores. Lo que sí supuso una pérdida para ella fue el país. A Robin le encantaba Japón, pero allí no tenía a nadie que la retuviese y finalmente volvió a su Rusia natal. Con el dinero que había ahorrado durante esos años tenía de sobra para montar su propio negocio, que derivó en una coqueta floristería en una concurrida calle de Volgogrado.
Nunca se imaginó que una floristería fuese a tener clientes asiduos, pero lo cierto era que cada dos días, un estudiante de universidad le compraba una flor para su madre, y cada jueves, antes de mediodía, una pareja de ancianos se pasaba por la tienda y él siempre le compraba un ramo a su esposa. A Robin le encantaba esa pareja. Había otros que iban de vez en cuando, como un hombre joven que siempre compraba ramos de rosas blancas y otro, recién casado, que ya había pedido perdón con flores a su esposa unas cinco veces.
También había hecho amistad con los dueños de los negocios colindantes, con sus proveedores y con algunos vecinos de la zona que siempre la saludaban al pasar mientras ella organizaba las flores dispuestas en la entrada. A este grupo también pertenecía un joven que no pasaba precisamente desapercibido, bien sea por su impresionante y musculoso cuerpo, por su pelo verde o porque siempre llevaba tres katanas colgando de la cintura. "¿Es siquiera legal llevar eso por la calle?", se preguntaba Robin al verle pasar cada día. A pesar de verle a diario, y a diferencia de la mayoría de vecinos, el chico nunca había cruzado ni una palabra con la mujer. Robin dudaba que incluso supiese que ella existía, porque siempre (incluso en los días más nublados) llevaba unas gafas de sol que le impedían saber si alguna vez se había dignado a mirarla.
Un día, mientras atendía a una chica que estaba comprando flores para su mejor amiga, que por lo visto estaba ingresada en el hospital (a Robin le encantaba conocer las historias que llevaban a la gente a comprar sus flores), escuchó una discusión proveniente de la calle.
-¿¡Pero qué te pasa?!- Preguntaba una chica pelirroja, preciosa y con un cuerpo de infarto. Parecía realmente enfadada.- ¡Era el trato!
Robin terminó de atender a su clienta, pero la curiosidad pudo con ella y echó un vistazo a través del escaparate. Para su sorpresa, descubrió que la persona con quien discutía la pelirroja era el chico de las espadas.
-El trato era darte la pasta, no comprarte flores.- Respondió el otro sin alterarse demasiado.
No fue hasta ese momento que Robin se dio cuenta de que la conversación era en japonés. Hablaba tan fluidamente el idioma que ni se había percatado. "Así que el espadachín es japonés", pensó. Debido a las gafas de sol, nunca le había visto el rostro por completo y no se había dado cuenta de que tenía facciones asiáticas.
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One Pieces [One-shots]
FanfictionHistorias de un solo capítulo sobre diversos personajes de One Piece. Se aceptan sugerencias. Algunos capítulos pueden contener lemon, pero se avisará al comienzo.