Un Matrimonio Sin Compromiso ( Junjou Romantica, Fanfic, Nowaki & Hiroki)

Las desventuras más grandes desaparecen cuando la felicidad está al tope

-Wa-Chan, ¿qué sucede, por qué la cara tan larga? -dijo con dulzura la pelinegra que se sentaba al la del más alto.

-Lo vi... -dijo con lágrimas en los ojos- y otra vez... Perdí el control...-lloraba en silencio para que la ojiazul no se percatara de ello, lo cual fue imposible porque una gran lágrima calló en su mano.

- Wa-chan... -dijo mientras estiraba los brazos en señal de un abrazo, acto seguido, el ojiazul se abalanzó entre sus brazos y la apretó fuerte contra sí mismo, ella se impactó un poco pero no tardó mucho en abrazarlo a él también Eres como un niño... Pensó mientras cerraba sus ojos y razonaba en qué podía decir para consolar a su amado pelinegro Un niño muy frágil, perdido y asustado... Pero no te preocupes se dijo en su mente la pelinegra que ahora acariciaba el cabello de Nowaki Himari está aquí para amarte y consolarte- realmente siento que te exiges demasiado... Además -lo separó de sí misma y lo tomó de los hombros- nos tienes a mí, a Nagate, a los pequeños... Tienes una familia que te adora, un trabajo en donde los pacientes te aprecian y una gran vida por delante, sí te pones triste como antes volverás a caer -sonrió delicadamente- yo el Wa-chan que conozco es fuerte y decidido y no deja que nada lo lastime, así que podemos superar esto juntos, ¿vale?

-Hima-chan, eres tan buena conmigo...

- Soy buena con las personas que lo merecen. -dijo mientras acariciaba el rostro del más alto.

El más alto la vió fijamente a sus ojos y se acercó lentamente con lágrimas en los ojos y el rostro ruborizado, la pelinegra por igual, pero en ella había una cara de inmensa tranquilidad, como diempre, esto hacía que a Nowaki le trajera una paz infinita, ambos se besaron apasionadamente, mientras la pelinegra pasa sus brazos lentamente por detrás de la nuca del neligro el se empezaba a subir lentamente sobre la pelinegra mientras le acomodaba sus caderas a forma de que ambos tuvieran espacio en el sofá, ella cada vez lo acercaba más hacia sí misma, en cuanto más cerca estuviera el más joven más apasionados eran sus besos, pero por desgracia el pelinegro se quedó dormido encima de ella.

Disfruto que estemos así, que yo esté aquí sólo para tí... Y que tú seas para mí, Wa-chan, no te preocupes, mientras estés conmigo yo te ayudaré a sanar tus heridas... Pero, ¿Cómo estará ése tal "Hiro-san"? pensó la ojiazul mientras acomodaba a el más joven entre sus piernas, porque en la pose en la que estaba era incómodo para ella, porqur le aplastaba los píes Espero y esté bien... Hiro-san, quizás no te conozca, pero creeme, que si te encuentro te ayudaré a estar de nuevo con mi... Tu Wa-chan... Él te ama... Y yo lo amo a él, pero su felicidad vale más que la mía... Además, él no me pertence... Por mucho que lo ame...

Y ése fue el último pensamiento que tuvo aquélla hermosa mujer antes de caer profundamente dormida.