Cuando el sol empiece a brillar, te cuidado, se avecina una tormenta

427 43 13
                                    

Ya pasaron unos cuantos meses desde que me mudé a Inglaterra, es muy nublado por aquí, pero bueno, me acostumbré al pasar los días, además, no me falta mucho para que mi futuro bebé... Los médicos, me han dicho que va a ser una niña muy sana, eso me hace bastante feliz, a decir verdad, pero... No es lo mismo sin mi amado Nowaki, pero ¿por qué me pongo tan triste por ése pobre diablo?, creo que ni se acuerda de , además, debe estar tan ocupado en su trabajo que no la dará tiempo de conseguir a otra persona, ¡Ja! Seguramente, en estos momentos debe estar llorando por mi partida... Pero... ¿Qué tal no? ¿qué tal consiguió a alguien más?... Alguien... Mejor que yo... ¡Espera! ¿qué diablos estoy diciendo? ¡sí se consiguió a alguien más, que bueno, así ya no le importaré más! Y así tal vez, sea más feliz, además, por que, yo si conseguí a otra persona, que es mucho mejor que ése tarado, vivo muy bien con él, es muy dulce conmigo, tenemos una casa propia, automóvil, tiene un trabajo exelente, además, tiene mucho dinero, cosa que ése bastardo no tiene.

- Querido, he llegado. -dijo la nueva pareja del más bajo.

- Bienvenido. -dijo algo pensativo el grande.

- ¿Qué sucede, Hiroki? -dijo el pelirubio, mientrras se acercaba al más grande.

- Nada... Sólo recordé algunas cosas...

- Vaya... Deja de recordar, -dijo interrumpiendo a Hiroki -te hace mal, a tí y a nuestra futura hija, además, muero de hambre, espero y me hayas preparado la cena en mi ausencia en el trabajo. -le dijo sin importarle mucho el comportamiento de su pareja.

- No la he hecho...

- ¿¡Qué mierda acabas de decir, idiota!? -dijo bastante molesto- ¿¡Cómo que no haz hecho la puta cena!? ¡Eres un maldito fastidio!, todavía de que te mantengo, de que voy a mantener a la puta bastarda que tienes en el vientre y tú ni la maldita cena puedes hacer, ¿¡Así es como me lo agradeces, hijo de puta!? ¿quieres otro escarmiento como el de ayer, verdad? -dijo quitándose el cinturón.

- ¡No! ¡por favor! ¡te lo implo-...! -fue interrumpido porque el rubio le dio con el cinturón en la cara.

Sólo se oían los alaridos agónicos del más bajo en aquella casa, no podía creer lo que estaba pasando en esos momentos... Era algo difícil de creer.
Después del "escarmiento" Hiroki hizo la cena, en cuanto el más alto acabó, levantó los platos, mientras el más grande lavaba los platos, el ojiazúl se acercó a él, vio que le había dejado varios moretones en la cara, el cual, abrazó por detrás a el pelicafé, el pelirubio le besó la mejilla y le susurró a su oído:

- Perdóname, bebé, no he tenido un buen día en el trabajo... Sabes que nunca te diría tales cosas... Además, sabes que te amo a tí y a nuestra futura hija... ¿Verdad?.

- Sí... Sé que no dirías cosa alguna. -dijo con temor.

- Te amo.

- Y yo a tí. -dijo el más bajo con la cara llena de hematomas.

Dios mío... ¿Qué he hecho?...


Se preguntaba el más bajo


Nowaki... Rescáteme... Tengo miedo... Mucho miedo.


Se dijo el pelicafé, que estaba consumido por el pánico, no podía creer la situación en la que estaba... ¿Cómo es que paró en el mismo infierno? No lo sabía... Y no lo sabrá.

Un Matrimonio Sin Compromiso ( Junjou Romantica, Fanfic, Nowaki & Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora