Capítulo 1: La estación

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Notas: Hola, otra vez con una historia de CDM, yo solita me decepciono gracias. ¿Y podría considerar esto un songfic? ¿No lo sé? En fin, a darrrle :v

"Y-yo... ¡Lo tenía aquí! ¡Se lo juro!" La mujer alzó una ceja mientras observaba al chico, indiferente a más no poder aunque un poco estresada. 

El castaño siguió buscando en sus bolsillos; en la chamarra, en los pantalones (áy khé ríko), pero no logró encontrar el maldito boleto de autobús. Le sonrió nervioso a la chica y mientras seguía buscando como loco volteó atrás a ver a la gente que esperaba su turno para salir. 

La chica suspiró, "Chico, si no encuentras el boleto ve y búscalo, con suerte y lo encuentras."

No era para nada reconfortante, pero de todos modos salió de la fila y empezó a caminar un poco deprimido. 

Kentin suspiró, sabía que hubiera estado mejor ausentarse en clases. 

Era invierno, y como siempre iba de visita a casa de sus abuelos junto a todos sus familiares, aunque este año iba solo. Sus padres se adelantaron con su hermano mientras él esperaba a que acabaran las clases,—y ahora que lo pensaba, era un tanto deprimente, parecía que lo hubieran abandonado. Y pensándolo otra vez, ya lo habían abandonado en la escuela militar, ¿Qué diferencia habría ahora? 

Le dejaron un boleto y un poco de dinero para que comprara comida, aunque al parecer la iba a usar para comprar otro boleto, eso si no lo encontraba. Suspiró resignado, o lo regañaban por llegar tarde o por no haber comido, cualquiera de las dos sonaba probable. 

O tal vez simplemente estaba siendo dramático, otra vez. 

"¡Hey, Ken!" Alguien llegó por detrás (holy shit) y le tapó la cara con sus manos cubiertas, "¿Quién soy?" Imitó una voz más grave y divertida, aunque Kentin bien la reconoció.

"Armin, ¿qué te picó? Ese tipo de bromas la esperaría de tu hermano." El aludido sonrió de forma extraña, aunque Kentin no sabría decir porqué. Alzó una ceja, "¿Qué te pasa?"

Y ahí supo porqué la sonrisa le parecía extraña. Era increíblemente falsa, "¡AAAAAAH! ¡AYÚDAME KE-!"

El castaño le tapó la boca mientras observaba a los pasantes, algunos le observaban confundidos o con una mueca de desagrado. Cuando pareció que el azabache no volvería a gritar le dastapó la boca y le gritó pasivo-agresivamente, "¿¡Qué diablos te sucede?!"

Entre un sollozo le contestó, "No me han dejado traer mis videojuegos... ¿¡Qué voy a hacer?!"

Claro, el gamer empedernido, ¿qué más esperaba? 

Un poco frustrado y con un suspiro, se dio la vuelta dispuesto a buscar el boleto perdido, "¡Oye! ¡No me dejes!"

"¿Por qué sigues aquí? Es más, ¿por qué estás aquí?" Sonó un tanto borde, pero esa era la actitud que casi siempre tomaba con Armin en sus conversaciones en la escuela—las cuales son más de las que le gustaría. El ojiazul rio de forma sospechosa y ahí Kentin decidió no prestarle más atención. Intentó nuevamente abandonar.

"¡Espera! ¡Sólo voy a una convención! Pero regreso antes de Navidad."

"Qué bien, pues hasta luego, tengo cosas que hace-"

↬†ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡   Lay All Your Love On Me || LysMin    ۣۣ፝ۜ͜͡ஓீ†↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora