Finge ser mi novia [EDITANDO]

Capitulo 16

La semana pasó como un torbellino, James y los demás nos reconciliamos, Noel no dejaba de comportarse tan raro, duramos casi dos días sin hablarnos, supuestamente había encontrado un trabajo temporal para ayudarle a su hermano con la despensa y por esa razón no pudo contestarme, aún así eso no me convenció del todo.

Me bajé del carro de mi hermano y me dirigí al punto de encuentro de siempre.

Cuando llegué busqué con la mirada a mis amigos y no estaban en el mismo lugar, ¿será que llegue más temprano?

Busqué con la mirada a Gabriel, el chico que llega después que nosotros, y ahí estaba con su novia.

Fui hacia mi casillero y algunos chicos me miraron raro. Saqué un espejo de mi bolso y revisé mi maquillaje, todo estaba en orden, mis ojos volaron hacia un cartel lleno de fotos de Griffin encima de la zorra de su novia, arranque el cartel con las letras en grande.

"Lo que pagas por robarme a mi mejor amigo, zorra."

Abrí los ojos como plato y vi que unas chicas reían.

-¿De qué diablos se ríen?.- pregunté, estaba empezando a enojarme.

-Del cartel, se lo tenía bien merecido, felicidades por el trabajo.

-¿Que? Yo no hice nada.- dije confundida.

-Deja de ocultarlo, las fotos fueron tomadas de tu celular, las mandaste a toda la escuela. 

¿Que yo mandé que?

-¿De que hablan?

-De esto. María, mi celular.

Ordenó la chica a una morena que estaba alado, la chica con torpeza le dio el celular, rodé los ojos. No eran más que unas idiotas.

-Mira.

Me dio el celular, tragué saliva y pase todas 
las fotos, efectivamente, era mi numero. ¿Pero quien las tomó? Yo no hice nada de esto.

Le di el celular a la chica y corrí en busca de mi mejor amigo, todos estaban en bola.

-Hey chicos.- dije jadeando.

Todos me miraron como si no me conocieran.

-¿Por que hiciste eso?

Griffin me miró.

-Sabes que yo no haría algo así.- miré a todos.- chicos, me conocen.

-Te conocíamos. -Dijo Dustin frunciendo el ceño.

-Hay muchas pruebas de que tu fuiste la persona que mandó esas imágenes a toda la escuela, Alisson, ¿en qué demonios pensaste? Pensé que eras mi mejor amiga, por Dios. Incluso fui hasta tu casa a que arregláramos las cosas.

Tragué seco.

-No puedo creer que no me crean. Tanto años de amistad para que solo un jueguito de quién sabe quién arruinara todo esto.-Mis ojos se estaban llenando de lagrimas y mi quijada empezaba a temblar. Miré a Lluvia.- Lluvia sabes que yo no soy así, deberías creerme.

Ella no decía nada.

-¡Demonios! ¿Acaso no piensan que esto también me afecta?, chicos yo no hice nada, no sé quién fue la que lo hizo, tal vez y fue la misma Anna, solo para jodernos a todos.- por favor créanme.- supliqué.

-Te equivocas, la jodida aquí eres tú ¿como te atreves a hacerle esto a James? Hay pruebas de que tú fuiste la que mandó las fotos. Deja de ser tan cínica.

La voz de Dustin repitiendo esas palabras llegaron a mi cabeza, se repetían como un disco rayado.

-Vámonos.- dijo James, todos pasaron alado mío golpeando mis hombros. La única persona que se quedo allí fue Jack, lo miré borroso ya que mis lágrimas estaban por derramarse como un aguacero.

-Tú me crees, ¿cierto?.- pregunté con esperanza a que él dijera que me creía.

Negó con la cabeza y yo cerré los ojos.

-Lo siento Alisson.

Y eso fue la gota que derramó el vaso.

Él se fue de ahí.

Mis amigos se habían enojado conmigo, la amistad se fue a la borda.

Corrí hasta la salida, no podía estará ahí, debía salir, debía llorar en un lugar seguro, hasta que caí al piso, me derrumbé.

-Alisson. - miré hacia arriba. Era Noel.

-Noel. - me levanté y lo abracé. Él no me correspondió y me aparté de él.

-¿Por qué?.- pregunté.

-Aléjate Alisson.- desvío la mirada y apretó la mandíbula.

Lo miré incrédula. Díganme que es una broma.

-¿También me dejarás como los otros? ¿También no me creerás?- pregunté con decepción.

Solo se quedó callado y me miró a los ojos.

-Me arrepiento de haberte conocido.

Y se fue, me dejó sola como un perro abandonado, lloré, lloré como nunca lo había hecho en mi vida, esto me estaba matando lentamente, tomé mis cosas y con mis piernas temblando y con todo el dolor en mi pecho salí de la preparatoria sin destino alguno, corrí y corrí mientras mis rodillas fallaban.

Dos camionetas negras me rodearon, no había escapatoria, dos chicos salieron de ella y todo se volvió negro.