~R & E~ 2° temporada de TWO FACED [Adam Levine]

#4

Rose hizo una mueca imitando a su madre que me hizo reír.

*Meses después*

Las cosas habían ido demasiado bien después de haber terminado el colegio.

Aunque aún no sabía que especialidad seguiría en la Universidad, no era buena en nada. Solo en ser torpe para toda la vida.

Me serví en un vaso jugo de naranja, y me senté en uno de los muebles de la enorme sala de mi casa. Mientras delante de mí tenía el televisor encendido con una de mis series favoritas, Grey's Anatomy.

Pero justo cuando iba a recostar mis piernas encima de la pequeña mesa de en medio, alguien toca el timbre.

Primero, rodee los ojos y después me pregunte: ¿Quién sería en estos momentos?

Eran las ocho de la noche, mi mamá estaba de viaje por su trabajo.

Deje mi vaso en la mesa y me levanté.

Miré de reojo por la ventana.

Claro, como no podía recordar que Rose siempre me visita cuando estoy del asco. Sus visitas sorpresas no me agradaban. Pero era mi mejor amiga. No podía hacer nada.

Abrí la puerta y me cruce de brazos, arqueando una ceja.

-Me agradan tus visitas sorpresas.- añadí.

Yo vestía de unos shorts flojos que no parecían de mujer, pero tampoco de pijama. Y una blusa deportiva que parece camisa. Mi cabello estaba todos en diferentes direcciones, cada uno de ellos. Mis pies descalzos y mi maquillaje estaba regado como si hubiera llorado por durante días.

-¿Sabías que tengo una hermana?- me dijo. Su voz lo decía muy literal.

-¿Qué?- mis brazos bajaron.

Asintió ella.

-Y... ¿Quién es ella?- pregunté.-Espera... ¿Cómo sabes qué es Mujer?

La deje pasar, pero ella dio unos pasos tan lentos, que hasta arrastraba sus pies, haciendo sonar horrible sus tacos. La noticia que le habían dado no le agrado para nada.

Entró a la sala y se sentó en uno de mis muebles.

-Mi papá me dijo. Salimos discutiendo y me gritó diciendo que estaba demasiado ocupado buscando a una chica que es mi hermana.

Me senté alado de ella que enseguida me abrazó.

-Desearía que esa hermana fueras tú.- siguió.

Al escuchar esas palabras, fue como escuchar una niñita de cinco años, me sentí demasiado mal. No era la única que deseaba eso. Era nuestro deseo. Que no se cumpliría, pero tan grande es nuestra amistad que parecemos eso que tanto deseamos.

-Tranquila- comencé acariciar su cabello.-, nosotras siempre seremos eso que tanto queremos, cariño.

Ella me miro y sus ojos estaban lleno de lágrimas, con su maquillaje regado.

Sonreí, a pesar de que una lágrima caía por mi mejilla, sonreí.

-Solo espero que cuando aparezca esa chica que es tu hermana, no me abandones, nunca.- dije, mientras le di suave golpe en su brazo.

Ella ríe. Se limpió las lágrimas y sonríe.

Mire sus ojos, tan directos que me di cuenta que no es eso por lo que ella lloraba, lo conocía por años, sabía que había algo más. Pero no quise insistir.

-¿Te quedas a dormir conmigo?- pregunté.

Sacudió la cabeza.

-No puedo, mi mamá me está esperando con la cena en la casa.- mintió.

Eran casi las nueve de la noche. Y la mamá de Rose, no le gustaba cocinar.

Asentí.

Me levanté y corrí hacia la puerta.

Al ver a Rose subir a su automóvil, pensé en mi jugo de naranja que había dejado.

Ella me lanzó un beso y sonreí.

Al arrancar, Rose hizo chillar las llantas.

Frunci el ceño y me encogí de hombros.

Cerré la puerta empujando con mi pie.

¡AL FIN! Estoy sola.

Me senté en el mueble tomando un gran suspiro, cerré mis ojos y admire el gran silencio que tenía para mi.

Escucho tocar la puerta.

Abrí mis ojos como que Hulk se me hubiera apoderado de mi. Me levanté y arrastre mis pies.

-Espero que sea mamá con dos cajas de pizza porque eso es lo que más quiero.- me dije.

Pero me puse a pensar en Rose, seguramente se le había quedado algo.

Abrí la puerta de un solo golpe y rodee los ojos (era un tic para mi)

-Que se te quedó ahor...- pausé, cuando vi las dos cajas de pizza como pensaba, pero no era mamá.

-Apenas llegué - dijo Jack sonriendo. Oh Maldición. - se cuanto amas la pizza así que...- ambos bajamos la mirada a la pizza, y la boca se me hacía agua, con mi vaso de jugo que recordé nuevamente.

Abrí mis ojos como platos cuando recordé como me estaba viendo en este momento.

-Joder.- tomé las cajas de las pizzas.- puedes entrar, dejaré las pizzas aquí.- lo deje en el Mesón de la cocina y tomé rápido el paso para ir a mi cuarto y cambiarme.

-¿A dónde vas?- preguntó Jack mientra me tomó de mi brazo con su mano.

-Voy a cambiarme... eso creo.- tragué saliva después del creo.

-No es necesario, te ves hermosa así.

No sabía si creerlo, además de que nunca había estado con un chico así, en este estado de pijama.

-Está bien.- me convenció.

Jack me dio una sonrisa como respuesta.

Maldita sea, como amaba su sonrisa seductora, al menos para mi lo era.

-Traje dos, una caja para cada uno.- me quedé boquiabierta al escuchar eso.

Una caja para cada uno.- Esa frase se repetía en mi mente una y otra vez. Era mucho mejor que recordar una de las canciones de Beyoncé.

-¿Acaso me ves gorda para comer toda la caja?-  lo dije con mucho sarcasmo, pero Jack me quedó viendo algo asustado.

-Pues...

-Esta bien.- Mis nervios me hacían repetir la misma frase: esta bien.- Acepto tu propuesta.

Tome una caja, le guiñe un ojo y fuimos a la sala. Mi jugo seguía en el mismo lugar, pero ahora no me apetecía, aunque hace unos minutos parecía estarlo.

Jack iba detrás mío, y sentía que su mirada estaba en mi trasero, así que me senté ni bien llegué al mueble, fue como cortarle su inspiración. Pero no fue así. Ni siquiera estaba detrás mio, aún ni salía de la cocina con su pizza.

Me reí.

Soy una estúpida.

Segundos despues, Jack sale de la cocina con su caja de pizza mientras guardaba su móvil.

-¿Sucedió algo? - pregunté

Negó con la cabeza.- Solo me llamaban para una fiesta. ¿Rechazó una fiesta por mi? pensé. Se sentó alado mio y yo no lo paraba de mirar.

Reaccioné.- ¿Algo que te gustaría ver? - pregunté.

Tomé el control que estaba a mi lado.

Jack ya se había mandado un pedazo de pizza a su boca. Se encogió de hombros.

Era tan hermoso hasta para encogerse de hombros.