7 Universos → ChanBaek

c i n c o

comedia, crack!AU, Heaven!Hell♣2.2k
Moodboard by: GeraldineTihista

Decir que Chanyeol estaba enojado era el más risible eufemismo. El calor intenso del Infierno se hizo el triple de intenso y más llanto y crujir de dientes azotó cada paila. Pero, ni siquiera con el sufrimiento humano y el olor a azufre pudo apaciguar la rabia que corría por su maligno ser. Bolas de fuegos se formaron en ambas manos y de repente y con la maquiavélica sonrisa que tanto le gustaba esbozar las lanzó contra un hombre esposado a las paredes que en su vida humana había violado a dos mujeres.

Se lo merecía.

Pero ni con el llanto y clamor por piedad del hombre Chanyeol logró contentarse. Nada podía sustituir la rabia que sentía en su ser, una rabia que venía por la misma persona de siempre, la única persona que se había propuesto como única meta joderlo hasta el final de sus días y lo que más molestia le causaba es que Chanyeol era eterno. De hecho, el diminuto rubio también era eterno, y al parecer intocable porque por mucho que quiso chamuscar su pelo aunque fuese una hebra no pudo.

Es que lo dice la biblia, ¡los hijos de Dios son protegidos y resguardados!

Chanyeol maldijo todo, maldecir era su deporte favorito. Su otro deporte favorito estaba dándole dolores de cabeza puesto que nada más hace unos minutos alguien, con nombre y apellido y una aureola, había quitado su corona, su puesto, su trono.

—Chanyeollie...

—¿Ahora qué quieres, Sehun?

Sehun con su ropa negra muy ceñida al cuerpo, su pelo naranja como una zanahoria y pecas por doquier llegó hasta él en silencio; ese chico era escurridizo y tímido, casi nadie creía que la función de ese muchacho en el inframundo era de precisamente, atraer a los amantes de la lujuria hasta su seno, de seducirlos hasta la locura y luego arrebatarles el alma, ¿Cómo se llamaban esos? Ah sí, Íncubos.

—Chanyeolli, ¿me preguntaba si me darías permiso de salir a jugar con Luhan-hyung?

Sehun sonrió muy radiante y sus ojos desaparecieron en su rostro, se miraba tan feliz y eso era porque el maldito de Luhan lo ponía así de alegre y contento con sólo mirarle de lejos. Así que Chanyeol no tuvo más remedio que rodar los ojos y dejar que su pequeño bebé mimado y consentido saliera a divertirse con Luhan, más que todo porque de la mayoría de esas salidas, ambos regresaban con regalitos humanos y anécdotas de como destruyeron una ciudad entera con alguno que otro desastre natural.

Lo típico.

Cuando Sehun salió de su campo, Chanyeol volvió a recordar que estaba muy pero muy molesto. Justo estaba contando la parte en la que fue destronado y despojados de sus victorias, recordó la risa coqueta y angelical del ser que osó despojarlo de su triunfo y nuevamente el Infierno ardió bajo el calor de la furia de Chanyeol.

—¡Maldito seas una y mil veces, Byun Baekhyun, hijo de quién sea!

Una tempestad de lava se derramó desde las paredes hasta los calabozos y más gritos inundaron el Inframundo, más personas muertas (aunque vivas eternamente en su morada) pidieron clemencia y lloraron mientas la lava hacía un asombroso featuring con los gusanos.

Baekhyun era un maldito ángel que reposaba perenne bajo las alas de su señor Dios, un ente celestial vestido de blanco de punta a punta de cabellos rubios, una sonrisa que apaciguaba a las bestias (menos a él, con el ocurría el efecto contrario) y con una mirada tan cauta como cariñosa. Pero pese a lo que los niños pensaban de Baekhyun cuando lo veían pasar, o las personas muertas del cielo, o quién sabe qué, Baekhyun frente a Chanyeol no era más que un busca pleitos, un sonsacador de primera que se rejuvenecía diez años cada vez que le jugaba una. Y ya era mucho decir que Baekhyun lucía como de veinte pero eternales.