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Hannibal!AU; smut, gore ♣2.3k
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Ser un chef no siempre conllevaba ventajas, sí, podías degustar de las comidas más exóticas, más extravagantes y más deliciosas, pero al mismo tiempo requería una demanda casi increíble, y muchas veces no se obtenían los resultados que se esperaban.

Byun Baekhyun era uno de esos chef que brindaba sonrisas a todo el que pisaba su majestuoso restaurante, de esos que salía hasta las mesas sólo para recibir una ovación por noche, que no importaba cuántos empleados tuviese, siempre era el último en irse con tal de tener el lugar en orden y listo para otro día. Era demasiado metódico y exigente consigo mismo aunque su sonrisa disfrazará aquella faceta tan demandante sí mismo.

Era increíblemente social, y esas manos delicadas (para ser de un chef) estaban tatuadas en el paseo de la fama en uno de esos lugares lleno de luces y rodeado de manos de muchos famosos porque simplemente, Baekhyun era el chef coreano más increíble que había nacido. Con tan sólo veintisiete años dominaba con increíble agilidad los platos propios de su país, además de platillos importantes de más de setenta países, no importando la índole.

Su restaurante era en demasía concurrido, él era famoso. Pero Baekhyun era mucho más que un reconocido chef de sonrisa opulenta, brillante y de cabello castaño. Sin duda alguna, era mucho más que eso.

—Baek, quiero presentarte a Park Chanyeol... —Esa era la voz de su fiel asistente y compañero Kim Jongdae; no había forma de que ese chico no se desprendiera de su sonrisa, mucho menos cuando venía casi empujando a un joven estilizado alto y un poco demasiado sonrojado—. Es el hijo del Señor Park, ¿recuerdas? El que cenó con su esposa el fin de semana pasado.

Cómo olvidar al Señor Park, nunca nadie había elogiado con tanta euforia su comida,  nunca un coreano le había venido tan en gracia platillos pesados y picantes nativos de una región pequeña de África. Baekhyun mismo, sin ayuda de ninguno de sus empleados los había preparado. Fue una dicha cómo ese hombre y su mujer degustaron todo con elegancia y dedicación.

—Por supuesto que recuerdo —dijo, regalándole una sonrisa al tal Chanyeol. Secando su mano para extenderla hacia Chanyeol.

Extender las manos era algo que nadie hacía en Corea, una inclinación era suficiente, sin embargo, Baekhyun necesitaba tocar y evaluar después de todo, Jongdae le estaba dando esa mirada, y Jongdae no lo hacía frente a cualquier persona. Jongdae tenía muy buen olfato.

Usó la excusa de su internacionalización para apretar la mano grande de aquel joven.

—Byun Baekhyun.

—Park Chanyeol —La voz de Chanyeol era algo grave, pero había una pizca de nerviosismo que lo delataba; bueno, Baekhyun lo entendía, no todos los días se podía uno entrevistar con alguien como él—. Es un placer conocerlo, Baekhyun-ssi.

Baekhyun rodó los ojos con diversión.

—Oh, por favor, nada de honoríficos rompe grupos, dime Baekhyun. Es más cómodo para mí.

Chanyeol asintió algo cohibido, una pequeña sonrisa escapó de sus labios rosas y Baekhyun lamió los suyos propios, en serio, Jongdae tenía buena percepción y buen olfato, era como un sabueso.

—Bueno, yo los dejo. Me voy a encargar de cerrar el restaurante hoy —expresó Jongdae, pasando por el lado de Baekhyun y codeándolo para que tuviese presente muchas cosas, Baekhyun lo entendía perfectamente.

Luego de que Jongdae se retiró, Baekhyun le ofreció a Chanyeol una sonrisa tranquila mientras hacía un sondeo por su cuerpo y describió aquella anatomía que se servía delante de él. Chanyeol le sacaba unas buenas dos cabezas de altura, tenía los hombros anchos aunque encorvados, piernas largas, rostro con facciones marcadas como su sonrisa, ojos y nariz.

7 Universos → ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora