Lo Que Mi Corazón Siente (Tom hiddleston)

capitulo 12

Me desperté sobresaltada, estaba acostada en un cuarto que no era el mio, en una cama que no era la mía,y una casa que no era la mía,

¡Que había pasado!

Revise bajo las sabanas y si, estaba con ropa, un peso menos de encima, ¿pero donde estaría Tom? si yo fui con el a la fiesta , donde se había metido, no recordaba nada, lo ultimo que viene a mi cabeza fue cuando el hablo con el reportero y se sentó a conversar conmigo.

¿Que habría pasado después?

Me intente levantar pero un agudo y conocido dolor se hizo presente en mi cabeza, quede nuevamente tumbada en la cama

Volví a intentar, necesitaba saber donde diablos estaba, esta vez si pude ponerme de pie y caminar, comencé a ver a mi alrededor, estaba un cuarto con una decoración moderna,pero acogedora a la vez, cama blanca, paredes blancas, el piso era de caoba, un televisor gigante en la pared, dos puertas al frente de la cama, supuse que la puerta mas grande seria el baño y la otra el armario.

Abrí la puerta que era de color distinta a las demás, que eran blancas, y me llevo a un largo pasadizo con barias puertas.

Parecía un laberinto, al lado izquierdo había unas escaleras que llevarían al primer piso

Las baje con cuidado, estaba descalza así que no hacia ruido, cuando llegue a la primera planta sentí un olor agradable que inundo mis fosas nasales, ¡olía a brownis!

Llegue a una puerta abierta de donde provenía el olor y vi una figura alta de espaldas, ya comprendía todo, podía distinguir esa figura donde fuera.

¡Era Tom!

Entre lo mas sigilosa posible y me senté en una banca junto a la isla, comencé a mirar con mas atención sus movimiento, tenia puesto un pantalón de chándal y un polo holgado, al parecer, era su pijama, a los minutos, sintió mi mirada pesada y se dio vuelta.

Primero se asombro de verme ahí sentada observándolo, pero luego la cambio por una sonrisa que se me contagio

¡Cariño! te iba a dar una sorpresa —dijo desilusionado de verme ahí sentada—

Sorry —hice un puchero—  es que no sabia donde estaba y, me asuste de despertar en un lugar que no conocía —me defendí—

¿No recuerdas como viniste?  —alzo las cejas—

La verdad ¡No! —me Ruboricé—

Pues usted señorita —me miro fijamente— se paso de copas —me peñiscó los cachetes tiernamente—  yo la tuve que traer a mi casa, por que no podía caminar sola —explicó—

¿De verdad? —abrí mis ojos como platos ,no lo recordaba—

¡Si! Y eso estuvo mal —fruncio el ceño— no lo vuelvas a hacer Clara.

Me sentí avergonzada, me comenzó a sermonear.

Después de su discurso sobre seguridad en las fiestas, me sirvió el desayuno, olía muy bien, ¿acaso había algo que este hombre no sabía hacer?

Seguro que no.

Me Estaba mirando fijamente, sentía mis mejillas arder, sus ojos eran muy penetrantes que me hacían ponerme nerviosa.

Al terminar se ofreció a llevarme a mi casa, tenia que ir a trabajar, lo bueno que hoy trabajaba desde el medio día.

Estaba conduciendo su amada camioneta negra, mientras yo veía por la ventana, en la acera había una pareja de jóvenes enamorados, agarrados de la mano, caminando tranquilamente, como una pareja feliz, que seguro serian,  me preguntaba, ¿Por que yo no tenia suerte en el amor? Siempre me gustaban los amores imposibles, en el primer ciclo de la universidad ,me había gustado un chico tierno, amable, que era el líder de la clase, pero tenia novia y era mi mejor amiga, en el quinto ciclo, me gusto un vecino de mi piso, pero tenia una bebe recién nacida y se iba a casar, y así muchos romances frustrados, pero  ahora me estaba gustando Tom, el famoso actor que interpreto a Loki, el hombre mas deseado de todo Inglaterra, y de todo el jodido mundo, que tenia a miles de mujeres a sus pies, ¿Por que se fijaría en una chica fascinada con el arte?

Estas muy pensativa —escuche su maravillosa voz a mi costado— ¿Estas bien?

Si Tom —suspire— solo estoy un poco estresada —mentí—

¿mucho trabajo? —me miro, cuando paro el carro en un semáforo—

Mas o menos, me gusta mi trabajo, pero hay muchos documentos que tengo que revisar para organizar los próximos eventos que habrá en el museo —era verdad, estar pensando que mas podía hacer, sin caer en lo mismo era un poco tedioso, pero amaba mi trabajo—

¿Que tal si te invito a cenar mas tarde? —me sonrió— ¿te parece? —alzo las cejas, esperando mi respuesta—

Esta bien —Sonreí— te espero en mi casa al terminar mi trabajo.

Al llegar a mi piso, se despidió con un beso en la frente, me hacia sentir tan bien, no entendía que había echo para ganar el cariño de alguien tan caballero como el.

Entre deprisa a la ducha, me bañe y aliste para ir a trabajar, había avanzado la mitad del evento el día antes de la premiere, así que me faltaba poco.

Busque mi USB con todo lo organizado, agarre mi cartera y salí para tomar un taxi, me tendría que comprar un auto pronto.

Al llegar a mi despacho, comencé a terminar los últimos detalles de la organización, esta vez sería la firma de libros de un conocido escritor irlandés, a mi parecer su libro fue muy bueno, tubo un comienzo adictivo que me dejó con ganas de más, y un final inesperado, libros como aquel valían la pena tener en tus manos.

Mis ideas para dicha firma era, hacer un pequeño vídeo con los primeros avances en el mundo literario, del joven talento, con una celebración llena de brawnies y cupcake con la temática del libro, ya sea el rostro del escritor, separadores de lectura o algunos con la portada del libro.

Y todo acompañada con champaña o vino.

Pero necesitaba mas ideas, me sentía seca, mi cerebro iba a explotar y lo necesitaba terminar pronto.

Al final del día ya había terminado todo, íbamos a hacer una cesión de fotos con el escritor, le regalariamos un cuadro de el en oleo, como regalo de nuestro museo.

Salí de prisa del trabajo, y al llegar a mi piso, tome baño rápido, me puse un vestido negro con encaje y mis zapatos con plataforma del mismo color, aretes, collar, me maquille, rocíe perfume en mi piel, tome mi cartera, estaba por tomarme una foto cuando el timbre sonó.

¡Era Tom!