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Cinco bocas que alimentar

TUMB TUMB TUMB

Mientras los jóvenes de 16 corrían por el viejo y gran almacén abandonado los murmullos aumentaban hasta convertirse en grandes gritos de aliento, los chicos aumentaban sus pasos para no perderse el espectáculo, la llegada de la dirección y horario habían sido difícil de conseguir. Se podía sentir en los pies cómo temblaba el establecimiento de las pisadas al unisono del coro que hacían los fans de la jugadora numero 1 de los partidos de Quidditch ilegal.

TUMB TUMB TUMB

—¡FIRE!¡FIRE!¡FIRE!

—¡Y aquí nuestra jugadora estrella, Fire! Capitana del equipo Hollows Wood, haciéndose paso entre las bludgers, parece que ha visto nuestra pequeña snidget y no parará hasta tenerla en sus manos ¡No quisiera ser esa ave! ¡Aquí vienen los hermanos Suma! ¿Que es lo que veo? ¡UN DOPPLEBEATER! ¡Muy impresionante y bien ejecutado! Y.... FIRE LA ESQUIVA.

—¡FIRE! ¡FIRE! ¡FIRE!

—¡ANOTACIÓN PARA PILLOWS OF BRONZE! SERA DIFÍCIL ALCANZARLOS ¡TODO DEPENDE DE LA BUSCADORA DE HOLLOWS PARA LA VICTORIA!

Los chicos pasaban entre la multitud viendo hacia arriba para ver si captaban alguno de los rápidos movimientos de los jugadores, entre señales y corridas se subieron a unas gradas improvisadas con cajas de plástico y chatarra muggle, donde consiguieron divisar a la chica que volaba como si fuera un halcón; Fire, la jugadora estrella se hacia notar persiguiendo a la pequeña y dorada ave, su trenza iba hacia tras de tanta velocidad y sus ojos y nariz iban ocultos por la mascara característica de los jugadores clandestinos, proporcionando la privacidad suficiente para no ser reconocidos en total caso de una aparición sorpresa de algún funcionario del Ministerio de Magia.

Borrones amarillos y rojos surcaban por el techo del local, generando zumbidos fuertes cuando pasaban peligrosamente cerca del publico, pero el ruido fue apagado por gritos de entusiasmo generado por los seguidores y apostadores del equipo Hollows Wood, o como algunos llamaban: "Equipo ráfaga". Ellos eran veloces, nadie había llegado a siquiera alcanzar a ciertos jugadores, gracias a sus escobas y técnicas estaban preparados para ganar a toda costa.

Los jugadores bajaban de forma extravagante, pavoneándose y llenándose de gozo al ver al equipo rojo salir rápidamente antes de que los seguidores de estos empezaran a abuchear y arrojar cosas en ataques de furia. Poco después del aterrizaje de la ultima jugadora, Mill Mollers, organizador de estos eventos, se acercó con prisa y con una gran sonrisa.

—Me han hecho ganar bien esta vez.— Mencionó en un susurro para el equipo, mientras se acercaba más a Fire, entregándole un saco con 10 galeones como recompensa de ganar el partido y alzar el brazo de ésta, dando finalizado el partido y anunciando la victoria del equipo amarillo. Ella aún con entusiasmo soltó un grito, alzando su otro puño donde tenía no solo el dinero que le pertenecía, sino también a la ave pequeña, muerta de la presión que había hecho la mano de la chica al agarrarlo en el aire— Maldición Fire, di que las apuestas estuvieron al trote como para poder pagar otra mas, el mercado esta difícil últimamente.— Gruñó agarrando al animal y metiéndolo en una bolsa de tela marrón.

Magos y brujas empezaron a desaparecer, algunos apostadores escapando de sus deudas y otros que solo se apresuraban a salir del campo improvisado e ilegal. Sólo habían quedado la jugadora enmascarada y los dos magos de 16 años que se acercaban a ella con una gran sonrisa.

—Perdona, costó demasiado sacar la dirección.

— ¡Tuvimos que darle 3 galeones para que nos dijera! Ese gordo...hubieras visto cómo miraba a una señora de ochenta tantos millones de años, daba asco.

Quidditch ilegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora