No pense acabar aquí ( Abraham Mateo)

Capítulo 2

Mi madre al girar la cabeza no se dio cuenta y se salto el semáforo y chocamos con un camión.

Me despierto en una habitación blanca, estoy tumbada en una camilla, miro para los lados y veo a mis tíos.

-Tito ¿Qué hago aquí?- digo

-Ale, por fin despertaste- dice mi tía con lágrimas en los ojos.

-Tía, ¿Qué pasa?- digo asustada.

-Ale tuviste un accidente cuando ibas en el coche con tus padres y tus padres fallecieron y tu llevas una semana en coma- digo triste.

Dos días después salgo del hospital, voy a casa recojo todo y ahora me dirijo al coche de mis tíos, guardo las maletas y me despido de mis amigas.

-Os echaré de menos chicas- digo llorando

-Y nosotras a ti ahora quién va a ser la que siempre haga reír jajaja- dice Carmen.

-Seguro que os lo pasareis muy bien, adiós vendré cuando pueda.- digo y nos damos un abrazo en grupo.

Echaré de menos Málaga pero sobre todo a mis amigas. Miro la pulsera que todas nos compramos iguales como si fuera un símbolo de las cuatro.

De mientras en el coche voy escuchando música de los gemeliers, one direction pero sobre todo abraham mateo. Pasaron dos horas y media y llegamos al fin a San Fernando hace muchos años que no venía la ultima vez fue cuando tenía cinco años, ha cambiado mucho de lo poco que me acuerdo.-Por fin hemos llegado- digo y corro a la casa para recordar como era, no ha cambiado nada ni la habitación de mis tíos, ni la cocina, ni el salón pero sobre todo no ha cambiado mi habitación sigue de color celeste mi color favorito pero hay una caja en mi cama voy y la abro y veo dos entradas del concierto AM y el disco Abraham Mateo, AM y sus tres singles señorita, girlfriend y lánzalo. Voy corriendo hasta encontrar a mis tíos bajando las maletas y les abrazo a los dos muy fuerte.

-Gracias muchas gracias sois los mejores- digo súper contenta

-¿Ya has visto el regalo de tu cumpleaños que se nos olvido llevarlo?- dice con el ceño fruncido

-Si y muchas gracias en serio me ha encantado os amo- digo súper alegre

-De nada sabes que nosotros también te amamos, por que no vas a dar una vuelta y luego deshaces la maleta y cenas a que a alas nueve como máximo ¿vale?- dice mi tío.

-Claro, adiós- digo y me pongo en camino.