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Martes, 10:32 a.m.

La jornada de trabajo ya habia comenzado.

La joven de cabellos ondulados de color castaño estaba preparando su cafe mañanero para tratar dd combatir el frio del invierno.

Mientras el agua se calentaba, ella se puso a escribir en su querido diario intimo.


El sonido de la puerta abrirse interrumpio la escritura de Yaira.

Era un cliente, ¡Un cliente!.

Era un joven alto y estaba bastante abrigado, obviamente. Tenia un chaqueton negro y una bufanda a rayas, y en su cabeza la capucha.

Se giro y se saco la capucha, dejando ver su cara y sus preciosos ojos verdes.

— Hola, buen día. — saluda la joven con una sonrisa.

El joven la miro y sonrio devolviéndole el saludo.

— Buen día. — dijo el.

— ¿En que lo puedo ayudar? — dijo ella suavemente. El se dirijio hacia el mostrador y suspiro.

— Creo que nesecitare tu ayuda... — dijo pensativo mirando el lugar.

— Claro, ¿Que nesecitas? — respondio ella con una sonrisa amable.

— Mira, esta noche estaba pensado en hacerle una gran propuesta a mi novia y... Nesecitaria un gran ramo de flores. No importa el precio, pagare lo que sea, pero nesecito que ese ramo sea hermoso. — Contaba el con una emocion en su rostro y una sonrisa resplandeciente.

— Ay, que lindo. Si, obvio que te ayudare. Dime, ¿Que flores quieres?

— No se de flores, pero las mas bonitas. — respondio el subiendo ambos hombros.

— Ven, te mostrare algunas. — dijo ella y agarro unas llaves.

Ambos se acercaron a una puerta y ella la abrio, pasando al jardin donde habia muchisimas flores y un aroma tierra mojada con un leve toque de las flores.

— Mira, casi siempre en los ramos se ponen rosas, –dijo señalando las flores con petalos suaves– claveles, –señalo las flores con petalos con bordes dentados– las margaritas.–señalo las tipicas flores– Tu dime cual te gusta mas.

El joven asintio y se decico a observar detenidamente las flores.

— ¿Tu cual me recomiendas? — pregunto el mirandola. Ella suspiro y sonrio.

— Pues, las rosas son muy bonitas y a cualquier mujer les gustan. Los claveles tambien, algunas Margaritas, Tulipanes tambien. — dijo mirando todas las flores.

— Pues, entonces esas. — dijo el con las manos en los bolsillos.


— Bueno, ¿quieres elegir algun moño? — pregunto ella amable.

El asintio y la siguio detras.

Ambos se dirigieron adentro y la joven se fue por otro habitación, dejandolo solo.

El se puso a observar su alrededor, pero le llamo mas la atencion el cuaderno abierto que estaba en el mostrador.
Se acerco silenciosamente y disimuladamente intento leerlo.

Querido diario:

Otra vez aqui, en mi preciado empleo.
Sola y aburrida.
Estoy pensando en renunciar, es que ya casi no hay clientes y no se como pagare la renta este mes y Carlos nos echara a la calle.
No se que hare con Josh, no puedo dejarlo, el aun es bebe para mi aunque tenga 13 años, siempre sera mi bebe.
Debere buscar otro empleo :(




El hizo una mueca triste y volvio a poner la libreta en su lugar.

El se apeno por la chica, parecia una muchacha amable y sincera, pero ya que, debia aceptar que aunque intente combatir el mal, este no se acaba.

Como Jeff, su preciado hermano.

Unos pasos lo saco de sus pensamientos, era ella con una caja casi mas grande que ella llena de moños.

— Deja, te ayudo. — dijo el y sostuvo la caja como si nada.

— Wow, no pense que unos moños podrian pesar mas que yo. — dijo entre risas, contagiando su risa.

— Suele suceder. — dijo el entre risas.

Ella le mostraba los moños a Liu, y el sin saber que decir solo asentia.

— ¿Entonces eliges este? — dijo ella mostrandole un moño rosado bien pomposo.

— Eh... ¿Tu que opinas? — pregunto el.

— Esta lindo, pero quizas es muy grande.

— Entonces otro. — respondio el riendo.

— ¿Que te parece este? — dijo mostrando un moño un poco mas pequeño y sutil.

— Si a ti te gusta, entonces si. Yo no se mucho que les gustan a las mujeres. — dijo el subiendo los hombros.

— Bueno, somos un poco complicadas pero, somos sentimentales. — decia ella sonriendo.

Ella acomodo todo y saco una libreta para anotar los datos del joben de ojos hermosos.

— Bueno, ¿Nombre? — pregunto ella con una lapicera.

— Liu. Liu Woods. — Respondio el, nervioso por si le conociera.

— ¿Alguna dirección? ¿Telefono o algo? ¿O lo pasas a buscar?— pregunto ella.

— Lo vendre a buscar, pero igual toma mi teléfono por si acaso. — dijo el y le dicto el numero.

— Okey, estara listo como a las 6, quizás antes, cualquier cosa te avisare.

— Vale, muchas gracias por tu ayuda. Esto es muy importante y no hubiera podido sin tu ayuda, te lo agradezco.

— No me agradezcas, me gusta ayudar. Estare para lo que nesecitas en base a la flores, despues de todo es mi trabajo. — dijo ella sonriendo y subiendo los hombros.

— Gracias, fue un gusto conocerte. — dijo antes de volver a colocar su capucha en su cabeza. — Por cierto, ¿Como te llamas?.

— Me llamo Yaira. — dijo ella sonriendo. El repitio su nombre en un susurro y le devolvio la sonrisa.

— Bonito nombre. Nos vemos.

Y la campanita de la puerta volvio a sonar.

Yaira suspiro sonriendo, era un bonito gesto del chico para su novia.
No pudo evitar imaginarse a la afortunada, o la cara de sorpresa y emocion al ver el enorme ramo de flores frente a sus ojos.
Pero los recuerdos le llegaron a la mente, volviendola melancólica.

Triste como el invierno.

Happy Winter ;; liu woodsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora