— ¿Hola, quien habla? — dijo Yaira respondiendo al llamado.
— Hola, ¿es usted la señorita Yaira Ro...
— Rodríguez, si, ella habla. ¿Que sucede?
— Habla la hija de Gerardo, su jefe, o ex jefe. Mire, mi padre tiene unos problemitas de salud y no podrá cuidar del vivero, y me pidió que lo haga yo pero tengo mucho trabajo y se me hace imposible, y tengo entendido que usted fue la mejor empleada que tuvo, bueno, la única que duró allí, así que quería saber si le gustaría volver a trabajar allí. — se escuchaba la dulce voz de una joven con confianza.
— Pues si, la verdad nesecito el empleo, pero el único problema es el sueldo, me parece muy bajo. — dijo Yaira tratando de no alterarse por la oferta.
— Bien, eso lo podemos platicar. ¿Puedes venir mañana a la mañana?
— Claro, allí estaré.
La llamada finalizo y Yaira se subio al sillón a gritar de emoción.
— ¡Josh, tengo trabajo! — corrió a la habitación de su hermano el cual no entendía del todo la situación.
— Que bien hermanita, luego festejamos, ¿vale?. — dijo y volvió a dormir.
El dia había empezado nuevamente, el sol ya alumbraba y el frío seguía allí, como siempre.
Las botellas vacías de whisky y vodka barato rodeaban al joven, aunque las moscas y el mal olor que su traje de cuero desprendía.
Vaya a saber dios cuantas personas ha matado.
Abrió los ojos lentamente y miro al cielo, y luego miro su aspecto todo ensangrentado. Limpio esa sangre que le cargaba ese olor a muerte y camino, quien sabe donde.
Estaba en la ciudad, aunque no sabia en cual, ni importaba. Caminaba sin rumbo alguno, solo el rumbo de sus pensamientos.
Su mirada estaba apagada, como siempre estuvo, pero ahora ya no tenia alma, ni ganas de nada. Ya no tenia nada, la parca le gano otra vez mas.
Allí estaba, ese vivero con sus luces apagadas, como el. Donde empezó todo.
Ese buen humor que algún dia tuvo, ese dia que la chica lo ayudo a hacer ese hermoso ramo con las mejores flores que había en el lugar.
¿Por que todo salio mal?
Pregunto a las rosas, casi marchitas.
Saco la foto de Susan y el juntos de su bolsillo y la observo, ahora tan solo podría observarla y recordarla, si su memoria no le falla o si su mente sigue sana, podría recordar su dulce voz.
Podría vivir de recuerdos.
¿Podría vivir de recuerdos?
Las lágrimas lo invadieron, y todo volvía a estar presente, ese hospital, esa capilla, la sangre de Susan, y la sangre de los que no la ayudaron.
¡Basta!
En un intento de borrar esos recuerdos, se acerco a la esquina y espero a que un auto acabe con esos recuerdos, pero no consigui más que insultos de los conductores.
¿Eres muy cobarde como para hacerlo tu y por eso le cargas el muerto a otro?
Si.
Al caer en la cera, su traje de cuero se abrio dejando ver el corte en su corazón con el nombre de su amada.
Ella vive en mi.
Esta en mi.
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Happy Winter ;; liu woods
Short StoryCada día, el vivero "Happy Winter" abría sus puertas para recibir a su único cliente, Liu Woods. Y Yaira guardaba las flores mas bonitas para el. "Es impresionante saber que un día te compre un ramo de flores para pedirte que te cases conmigo, y aho...