Salvaste mi vida. (Libro #2)

Te quiero Elizabeth Stone

Me levante a la mañana y vi a Eff a mi lado, necesitaba decirle lo que sentía y lo que pensaba,  ya no podía seguir así, ella no me escuchara si se lo digo en persona, creo que dejarle esta carta va a hacer la mejor opción para que sepa todo lo que siento y yo así me sentiré con un peso de encima menos. Me levante con cuidado, tome un cuaderno de ella y su lapicera y escribí la carta

“Lo siento. Lo lamento tanto. Siento haber sido un idiota, realmente te lastimé mucho y no estoy feliz u orgulloso por eso. Tal vez te parece loco, ilógico o estúpido que te diga que después de acercarme a ti pude entender que no merecías todo lo que te pasaba en el colegio… Tenías tus problemas en casa, como que tu madre casi no está, la muerte de tu hermano y otros problemas que seguro no sé  y solo me preocupaba de todo el daño que podía causarte mientras estabas encerrada en ese Colegio por cuatro horas o más, seguro fueron las horas más eternas de toda tu vida y lo siento. 

Pasé días volviéndome completamente loco, me tiraba en cara cada hecho horrible que te hice pasar y me odié porque no merecías absolutamente nada de eso. Eres tan bella, alegre y divertida cuando te lo propones pero, también tienes tu otra fase donde tu autoestima baja, te odias y haces cosas que te lastiman más pero, ¿sabes algo? Te entiendo, solamente buscas una forma para lidiar con todo lo que sucedió o sucede en tu vida. 

Y está bien, puede que no sea la mejor manera de sobrepasar pero yo no soy tú como para obligarte a hacer algo… Sólo quiero que sepas que yo voy a ayudarte en cada cosa que tú necesites, no importa si quieres gritar, llorar, reír, lamentarte… Puedes hacerlo conmigo.

No sé como dejarte. Sé que  soy  otro compañero que te lastimó hace tiempo atrás y también, tengo claro que nunca vas a olvidar todas las heridas porque no solo son físicas también son internas y cada vez que miró hacia tus ojos, siento odio por mí mismo y no sé si es verdad que lo veo o si lo estoy imaginando pero cuando te miro observo lo mismo. Ya no se qué hacer con todo esto Eff, me siento una mierda de persona y nunca voy a cambiar esa opinión sobre mí.  Nunca quise preguntarte porque tengo por seguro que eres tímida y no te gusta hablar sobre lo que sientes a menos que te sientas mal. 

Eff, eres tan frágil, tan sencilla, tan tú que cada día que paso contigo me atraes más, lamento todo y siempre, siempre voy a repetirlo. Te convertiste importante para mí tan rápido que no puedo explicarlo y sé que no tienes el mismo sentimiento por mi persona pero, no importa. La mayoría de los amores no son correspondidos y hace fue, es y será la vida.

Te aprecio tanto, Eff. No lo olvides.

Justin.” 

La leí dos veces más y la deje al lado de ella y salte por la ventana y me fui a mi departamento pateando todo lo que veía. Al llegar empezó a llover, subí las escaleras rápidamente, al entrar al departamento y dejar las llaves y el celular, sonó el timbre. ¿Quién diablos era a esta hora un domingo? Seguía sonando el timbre una y otra vez y cuando baje me encontré a Eff empapada mirándome fijamente, corrí hacia ella, abrí la puerta y me acerque

-A pesar de todo- me miro a los ojos- Te quiero Justin-

Yo la mire. ¿Enserio dijo eso? La tome del rostro suavemente y me acerque hacia ella, nuestra respiración se mezclaba como si fuera una, me sentía nervioso y ansioso, como si fuera mi primer beso, pero  di el último tramo y nuestros labios se unieron. No será mi primer beso, pero fue el más especial y perfecto que tuve en mi maldita vida.

-Yo también te quiero Elizabeth Stonem- Susurre contra sus labios

La tome de la cintura y la abrace

-Pero todavía soy una mierda y lo siento- Susurre en su oido

Ella me abrazo con más fuerza como si fuera mi mundo. Ella me esta salvando de toda la mierda que tengo, apareció de la nada y no voy a dejar que se valla tan fácilmente.