Te prometí que no te iba a dejar

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Las semanas pasaban y Eff no daba señales de mejorarse, ni siquiera se había despertado. Fui todos los días y siempre me decía lo mismo “Ella es fuerte” “No está grave” “Se va a despertar en cualquier momento” No les creía nada, absolutamente nada.

Tome la taza de café y me dirigí al baño, allí me duche y me cambie, hoy la iba a visitar de nuevo. Subí a mi bebe y cuando llegue al hospital me encontré con Sam parada en la puerta.

-¿Te perdiste?- le dije en un tono burlón

-Vine a buscarte-

-Te dije que no quiero saber más nada con vos y tu familia-

-No me interesa, joder- me miro- Te necesito-

-¿Qué?-

-Eres mi maldito hermanastro aunque no te guste-

-¿Y?-

-Siempre dese tener un hermano- susurro

-Yo no- dije seco

-Vamos Justin, dame una oportunidad-

-¿Y para que quieres un hermano?-

-Para que me proteja, me cuide,  me cele de mis amigos- me miro

-Búscate un novio para eso, una mascota algo-

-Justin-

-Entiende, no quiero saber nada con ustedes- la mire- Me arruinaron la vida-

-Yo no-

-Oh, claro, tu también-

-Ya te vas a dar cuenta que este equivocado-

-Tengo cosas mejores que hacer-

-¿Cómo cuidar a tu noviecita?-

-Exacto-

Y la deje con la palabra en la boca, subí hasta el piso donde estaba ella y allí me encontré con los chicos, nos turnábamos para saber algo, ya que ningún familiar se acercaba. Cuando iba yo, se iban ellos y cuando yo me iba, venían ellos, por mí me quedaría todo el día, todas las horas, pero no me dejan.

-¿Alguna noticia?- Dije con un poco de animo

-No- Susurro Sel

-Ya va a despertar- Animo Caitlin

-Claro-

Camine hasta la puerta y entre, me dolía verla así, realmente me dolía.

-Eff, despierta, por favor-

Le tome la mano

-Extraño ver tus hermosos ojos zafiros,  tu hermosa sonrisa, tu manera de cómo se arruga tu frente al estar enojada o cuando algo no te gusta- la mire- Me duele verte así, joder despierta, por favor-

Y en ese instante sentí un apretón leve en las manos, la mire a los ojos y los abrió lentamente.

-¿Qué paso Justin?- me dijo en un susurro

-Hace semanas atrás fuiste a mi casa, hablamos y te fuiste de mi departamento- la mire- Te seguí y llegaste a una calle, empezaste a llorar y te pusiste en el medio de la calle y allí te atropello un auto- susurre

-¿Calle?- me miro confundida- Oh no- dijo con lágrimas en los ojos- Tony

-¿Qué?-

-Esa calle es donde falleció el- susurro

-Por eso gritabas Tony- dije

-Si- me miro- ¿Y tú qué haces acá?-

La mire

Salvaste mi vida. (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora