Covenant

7. Pain

Abrir los ojos fue doloroso. Y no hablaba del dolor de cabeza por la resaca, sino por la resaca moral que le aplastó la conciencia en cuanto vio cómo había dejado a Yuri. Sus manos temblaron cuando quiso acercarse a revisarle, por un segundo incluso pensó que lo había matado...joder, pudo haber matado a Yuri.

Suspiró cuando le escucho quejarse sólo por tocarlo y volteó para buscar su celular, necesitaba ayuda.

Se vistió con prisa y trató de vestir un poco al omega, caminando en círculos luego, desesperado. Veía el reloj cada dos minutos y se ponía peor cuando las imágenes de la noche anterior destellaban en su cabeza.

Cuando escuchó la puerta corrió a la sala para recibir a Otabek, sus piernas, su cuerpo entero temblaba ansioso y culpable. Intercambiaron una mirada y antes de que JJ preguntara, el beta respondió.

—Fui de campamento con Yuuri —le contó con su rostro relajado, aunque no podría estar así mucho tiempo más luego de ver la expresión del alfa—. ¿Por qué me pediste que volviera ahora?

—Yo... —tragó saliva y sintió sus ojos escocer—, cometí un error...

—Jean...

Comenzó a hiperventilar y le dio la espalda, abrazándose a si mismo.

—Jean —insistió Otabek, acercándose un poco.

No contestó, señaló la puerta de la habitación con las manos temblando aún. Otabek suspiró y camino hacia el cuarto, no entendía nada pero tenía que ser malo si Jean estaba así.

Leroy no se movió, se quedó sentado en el sillón dándole la espalda a la habitación donde el beta había entrado. Escuchó los pasos apresurados al volver y se encogió en su lugar, abrazado de sus piernas, se sentía horrible.

Otabek detuvo su regaño al ver su reacción y tuvo que tomar aire para calmarse, necesitaba la cabeza fría.

—Jean, ¿qué fue lo que pasó?

—N-no lo sé...

—Dime qué pasó.

—No lo sé —alzó la voz, desesperado—. Anoche...me encontré a mi padre y escuche sus estupideces...y me convertí en él.

— ¿Viste su rostro? Lo golpeaste hasta romperle la boca —alzó la voz también, para que le escuchara, cuando Jean se ponía así muy difícil ponía atención a lo que se le decía—. Lo violaste, Jean.

Cerró los ojos y negó, cubriendo sus oídos para darle la espalda.

—Lo mordiste hasta casi arrancarle la piel —le tomó de los hombros para que girara y le escuchara.

No hubo respuesta, pero el alfa sólo se ponía peor a cada palabra.

—Jean, él está... —su voz se apagó, ¿lo sabría o no? ¿Ese había sido el motivo de que perdiera el control?

— ¿Está muerto? —preguntó aún más asustado.

—No, él...necesita una ambulancia, llámala.

— ¿Qué pasará...? —murmuró tomando el teléfono para marcar.

Otabek se espero a que terminara de hablar para poder contestar su pregunta.

—A ti, nada —se pasó una mano por la frente y suspiró por enésima vez—. Lo marcaste, ahora te pertenece y no te van a hacer nada.

— ¿A Yuri?

—Tal vez le digan que debe obedecerte porque tomarán esto como una reprimenda de tu parte por insubordinación —se pasó una mano por el cabello—, no importa lo que diga, nadie le va a creer por ser omega.

—Todo esto es mi culpa.

—Lo es —comenzó a caminar a la habitación—. Tal vez le den esa nueva droga que induce a los omegas al celo, si no quieres aumentar la carga a tu consciencia, te sugiero que no des tu permiso para ello.

—No lo haré —bajo la mirada, escuchando los golpes en la puerta.

Suspiró poniéndose de pie para abrir y ver a dos paramédicos que entraban sin ninguna prisa. Los betas le saludaron con una sonrisa y preguntaron dónde estaba el omega.

Beka entro a la habitación con Yuri en brazos y lo recostó en la camilla, donde los otros le indicaron.

—Tal vez deban apresurarse, está embarazado.

Los dos se sorprendieron por la nueva información y comenzaron a revisar los signos vitales de Yuri, mientras le acomodaban mejor en la camilla.
Jean no pudo evitar contener la respiración al escuchar la nueva información y volteó a ver a su amigo, con la mirada cargada de culpa y aún más dolor, si eso era posible.

—Vete con él, no puedes manejar así —señaló la puerta abierta por donde habían salido los paramédicos.

Asintió, sintiendo sus manos hormiguear, echando a correr al ascensor para alcanzarles. No podía creerlo, ¿y si había hecho que Yuri perdiera a su hijo por sus estupideces?
Jamás se lo iba a perdonar.

Otabek se pasó una mano por el rostro y sacó su celular, todo daba vueltas y necesitaba calmarse para antes de irse tras ellos. Marcó el número de su novia, que ya se sabia de memoria, y le suplico que le acompañará, explicándole a medias lo que había pasado.
Agradeció enormemente cuando ella accedió y bajó con prisa al estacionamiento, pasaría por ella y luego, vería que sería de sus amigos.

Hey y'all!

Aquí el siguiente uwu Jean se siente culpable, pobrecito, y Beka es al único al que le puede llamar cuando hace una tontería xD
Espero les haya gustado el cap, nos quedan 3 uwu

Gracias por leer, votar y comentar!
Lof, smooches y galletitas

Rave (◡‿◡✿)