¿CÓMO DICES QUE DIJISTE?

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Cuando la profesora Ines me lo preguntó, ayude de inmediato.

-Cómo desde ahora los puestos estarán hordenados con los números de la lista, tu, Jane, eres el veinticuatro. Es decir, que estas al final de las sillas.

-Pero yo no puedo...

-Si- la profesora la interrumpe- ya lo sé. Tu y Sara pondrán esta silla atrás, tu número. la persona que va detras de Sara se sentara en la última silla, y tu tomaras el lugar de esa persona.

Jane hace un gesto que indica que ha comprendido.

Jane tomó el puesto de un lado, y yo del otro, así lo llevamos hacia atrás.

-Perfecto, esto es todo. Pueden salir.

-Hasta luego- me despido.

Cuando ya estaba afuera, siento que laguien me jala un poco del brazo.

-Espera- me pide Jane

-¿Si? Digo algo nerviosa.

-No creas que no noté que me estabas mirando.

Me pongo aún mas nerviosa.

-Am... ¿yo? No... es tu libro- mentí

-¿Mi libro?- me pregunta con una mirada picara.

-Si... yo también lo estoy leyendo.

-¿Ya ya notaste que me llamo igual que Manson?

-Si... fue lo primero que me llamo la atención.

Se muerde el labio, y asiente.

-¿Qué es lo que te llama la atención del libro?- pregunto tratando de no tartamudear.

-¿Qué me llama la atención?... todo, en verdad todo. Es un libro maravilloso, de hecho el que lo escribe es mi autor favorito. Usa un vocabulario muy amplio, eso también me agrada. La drama, los personajes...

-¿Ya lo terminaste?

-Es la tercera vez que lo leo- me comenta con un aire de superioridad- tu ¿ya lo terminaste?

-Es la primera vez que lo leo, y voy a la mitad.

-Te va a sorprender.

-Eso espero... - miro hacia abajo.

-Oye- me dice con un tono de vergüenza- en realidad no he hablado con nadie aqui, excepto tu, ¿podría estar contigo hoy?

<Cuando quieras>- pensé.

-Si, claro.

Cuando llegamos a la cafetería, note que Ana estaba en una mesa en el centro, (lo cual es raro, porque no le gusta ser el centro de atención)

-Vamos- le digo a Jane.

Nos hacercamos caminando despacio.

-¿Qué haces aqui?

-Comiendo- me responde con un evidente tono de enojo.

-Ey, ¿que hice ahora? Además te lo pregunte porque normalmente estamos en la mesa del fondo.

-Pues hoy no.

Suspiro, y me siento. Jane hace lo mismo.

-¿Qué tienes?

-¿Te parece poco dejarme aqui sola la mitad del descanso?- me reclama sin mirarme.

-¿Era solo eso?

Me mira furiosa, y se da cuenta de la presencia de Jane.

-Hola- dice con pena.

-Te presento a Jane. 

-¿Cómo estás?- pregunta Jane ofreciendo su mano.

-B-bien- tartamudea- ¿y tu?

-Bastante bien- responde con una leve sonrisa.

-¿No que no la querias traer?

-Ana, ni siquiera sabiamos como era.

-¿Acaso están hablando de mi?- pregunta Jane.

-Si- dice.

-No- digo.

Ana me mira desconsertada.

-Bueno, tal vez- respondo al fin.

-¿Porqué no me querias traer?- Jane sonrie picara.

Me estoy comenzando a dar cuenta de que lo hace frecuentemente.

-No es que no quisiera... - no sabía que decir- es solo que Ana dijo que te habían expulsado...

-¿Te expulsaron?- Ana me interrumpe.

Le lanzó una mirada como queriendo decir "¡imprudente!"

-Así es- sonríe.

-¿Porqué?

-Ana, basta.

Ana arquea los ojos y Jane rie.

Suena el timbre.

-¿A qué vamos?- pregunta Jane.

-Artistica.

Ya en clase, nos damos cuenta de que llegamos un poco tarde de nuevo. Solo hay cuatro sillas libres.

-Creo que me sentaré al frente.

-Sara, ¿cómo siempre?- se queja Ana.

-Si, sabes que estoy medio ciega.

Me doy cuanta de que Jane no sabe donde sentarse.

-¿Dónde te vas a sentar?- le pregunto a Jane.

-No lo sé en realidad.

-¡Atrás hay dos sillas!- grita Ana.

-Ana, no grites en el aula- dice el profesor.

-¿Vamos Jane?- ofrece, y sin esperar respuesta la lleva consigo.

En esa clase no estuve aburrida, de hecho hice unos tres dibujos que me gustaron bastante. Uno de ellos en honor a Jane, cuando estaba leyendo.

El resto de las horas pasaron rapido, pero aún así fue un gran infierno estar junto a Ana, que por alguna razón estaba insoportable.
Sonó el timbre y todos comenzaron a salir.

Al final del día, en clase de lectura, Jane estaba atras, y Ana y yo al frente, juntas.

Jane se hacerca.

-Am... en verdad me gusto bastante conocerlas, ¿mañana podría molestarlas de nuevo?

-Por supuesto- me rio.

-Ah, si, mira tu lápiz, gracias, no sabes cuanto me sirvió- me devuelve un lápiz que le había prestado en clase de artistica.

Cuando me lo entregó, temblé un poco. ¿porqué me pasaba eso? ¿acaso me gustaba? Pero si la acabo de conocer... es más no se nada de ella. Me llama la atención, eso es todo.

Nos despedimos.

-Vamonos- le digo a Ana.

-Oye, hoy me voy contigo.

Ana aveces se va conmigo a casa, devido a que vivimos en la misma cuadra.

-Esta bien.

Ya estabamos por llegar a casa, yo estaba bastante feliz, pero depronto...

-Oye, Jane es muy genial, ¿no es así?- me pregunta mirando hacia abajo.

De pronto me coloque nerviosa. Ella sabia sobre mi orientación sexual, pero, hace mucho que no me gustaba alguien, y de alguna manera ya me había dado por vencida.

-¿A qué te refieres?

-Cuando estaba hablando con ella en clase de artistica me di cuenta de que es una persona única, toca la guitarra, ¿sabias?

-Este... no- ya me estaba empezando a confundir.

-Creo que Jane me gusta, Sara.

<¿DISCULPAME?>











 Cómo una aurora borealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora