Salir del clóset

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-Bien... este... es mi ex y tiene una enfermedad mental.

Un largo silencio inundo el ambiente.

-¡¿Enserio me estás diciendo esto con tanta serenidad?!

-Sara, he tenido que lidiar con esto por casi dos años. Para mi ya se ha vuelto normal.

-¿Normal? No, no puede ser normal tener que lidiar con una loca todos los dias.

-No está tan loca...- dice Jane inocentemente.

-¡Jane!

-Ya...

-¿Acaso no la has denunciado por acoso? Me preocupas...- dije eso sin pensar.

-¿Acaso estás celosa?- se acerca.

-Jane, no... - digo con enojo finjido- ¿enserio no la has denunciado?

-Lo hice, si. Pero no funcionó- da dos pasos atrás- Sara, ¿seguimos caminando? No me hace muy bien hablar de esto.

En verdad quería saber sobre su vida, su pasado, y en especial sobre la chica rubia. Pero no quería que se sintiera mal, mucho menos que se cansara de mi insistencia.

-Esta bien.

Caminamos las últimas tres cuadras que faltaban. En el recorrido, bailamos, cantamos, nos reímos... pero algo estába en mi mente; no sólo tenia con Ana, ahora también estába la rubia.

Despues, me di cuenta de algo... Jane me había estado coqueteando todo el día... ni siquiera recordaba muy bien  los sentimientos de Ana por Jane, cuando vino a mi mente, pensé en cómo se pondría Ana si se enterara de ello. En verdad he tratado de evitar absolutamente todo, (creo). Pero Jane, Jane hace que no pueda resistirme tanto.
Ahora a toda costa tengo que evitar que Ana se entere ¿acaso estoy haciendo bien?

Cuando llegamos, estábamos afuera de mi casa, justo en la puerta.

-¿Y bien?- le pregunto a Jane notando que no se va.

-¿Me puedo quedar contigo?

Eso no lo veía venir, pero me agrado.

-¿No ibas a quedarte donde tu tía?

-Bueno... pero ya no.

No entendia muy bien, pero supongo que no me molestaba... en nada.

-Entra.

Jane y yo entramos, cuando lo hicimos, inmediatamente noté que miraba fijamente una pintura.

-¿La hiciste tú?

-Tal vez...- le respondo tambaleandome.

-Noto lo que significa. Mas bien, quienes son.

-¿Ah, si?

No me sorprendió que supiera quienes eran, al final, leía novelas lesbicas, ¿también películas?

-Dime, ¿quienes son?- le pregunto actuando cómo que no sé nada.

-Adele... y Emma.

Nos reímos.

-Eres increible.

-Tu, eres increible- me respónde mirandome con una breve sonrisa.

Dijo esto, e inmediatamente una extraña sensación lleno mi cuerpo. Por una parte, algo me impulsaba a acercarme, pero por la otra, me lo impedia completamente. 

Pasaron unos dos minutos, y decidimos subir a mi habitación.

-Me encanta tu cuarto- comenta Jane sentandose en mi cama.

-¿Porqué te gusta?

-Dije que me encantaba.

-Bien, ¿porqué te encanta?

-Se siente un ambiente agradable, y sierto olor a pintura.

-¿Te drogas con la pintura?

Reímos.

-Pinto mucho... ¡oye!- me percato de algo- también tengo una maquina de escribir.

-¿Enserio?- pregunta Jane interesada.

-¿Tienes curiosidad?...

-Hace mucho que no veo una- se para- enseñamela por favor.

-Si insistes...

Saco del clóset (de una parte que casi núnca uso) ropa vieja, junto a ella, la también vieja maquina.

-Mira- se la enseño.

-Me encanta.

-Todo te encanta.

-Bueno, si...- me mira.

La evado.

-Hace un tiempo todo el mundo las veía en todas partes.

-La maquina ya salió del clóset, ¿tu ya saliste?- le pregunto.

Reímos de nuevo.

-¿Señorita, desea saber la forma tan estúpida en la que salí del clóset?

-Por supuesto- me río.

-Cuando era pequeña- comenzó a relatar- había una niña que me gustaba en el jardín de niños. Ella era hermosa, y su personalidad me encantaba, ¿te digo? No tenia idea de la homofóbia, de los esteriotipos, de nada; en realidad núnca había escuchado sobre ello, y si alguna vez lo hice, no presté nada de atención.
Pensé que sólo existia el amor, amor para todos.
Un día, me atreví a hacercarme, ese día, hable con ella sobre todo lo que nos interesaba en ese entonces, nos entendimos completamente, teniamos los mismos gustos. Me comenzó a gustar mas ese día. Al siguiente ella me ignoró, pero yo no me dí por vencida, así que decidí volver a hacercarme, ella dejo a sus amigas y ese día, salió conmigo a descanso, fuimos inocentemente al baño... por lo  menos ella, yo no.
No sé en que momento, ni cómo, pero comenzamos a besarnos, ¿cómo unas niñas tan pequeñas pueden saber besar? Pues ya ves...
Cuando llegué a mi casa, y había terminado de comer junto con mi madre, de la nada le dije "mamá, me gusta alguien en el jardín" inmediatamente mi madre me prestó atención "Dime, ¿quien es el afortunado?", "¿afortunado?" Le pregúnte,  "si, ¿que niño es?", "mamá, no es un niño". Mi madre no reaccionó de ninguna manera, hasta ahora no te podría decir si se lo tomó bien, o no. El sólo se quedó callada por un rato, y dijo "bien, hija, espero que esa niña se porte bien contigo"

Tiempo después, me dí cuenta de la mierda de sociedad en la que vivimos.
Ya que era una niña, lo mas probable es que no supo cómo reaccionar, y no me dijo nada.
Supongo que creyó que era una etapa, o un capricho, porque una día me preguntó si me recordaba lo que le había dicho hace un tiempo, yo le dije que si, me preguntó si aún pensaba y sentía y de esa forma, yo le dije que si.
"Yo te apoyaré siempre, cuenta conmigo en todo". eso me dijo.

Antes de que pudiera decirle algo a Jane, escuché que alguien me llamaba al celular. Me pare, y lo busque entre todo el desorden que navegaba en mi maleta. Lo logre, y vi reflejado en la pantalla el nombre de Ana. De la cual ya tenia tres llamadas perdidas.

¡Hola chicas y chicos! :3 lamento si me tardo actualizando, estoy en la etapa de "PUTA ÁLGEBRA"
Espero que les haya gustado. <3





 Cómo una aurora borealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora