—¿Serás idiota?—me gritó Kat cuando por fin la encontré—¿llega un chico a tu encuentro y así lo espantas?, ¿qué rayos te sucede?
Me crucé de brazos.
—Oh, hola Kat, cuánto tiempo sin vernos.—dije burlonamente.
Kat me señaló con su dedo índice.
—No estoy para juegos, ¡acabas de hacer que un chico se lleve la peor imagen de ti! Esto debe ser una broma, qué pesada eres Ada.
Rodé los ojos.
—¿La peor imagen de mí? ¿Cómo querías que le respondiera? ¿"Hola guapo, soy toda tuya"?— puntualicé.
—Debiste decirle eso, sin duda.—dijo Kat —Pero que burrida Ada, lo has asustado.
Solté una risita. Si había algo en lo que Kat era particularmente buena, era en exagerar todo.
—Ya está Kat, no es mi tipo.
—Cielos Ada, resulta que desde hace Dieciocho años nadie parece ser tu tipo.
Tal vez Kat tenía razón. El que yo jamás hubiera experimentado el amor tenía mucho que ver con que no coqueteaba con chicos y esas cosas, Kat lo llamaría a que soy una "pesada que no se abre ante los chicos y se hace la difícil".
—Ya no importa, ¿dónde dejaste a Ethan?
—¿Qué no importa? ¡Has visto lo guapo que es!—barrió con la mirada el lugar, hasta que se detuvo en un punto fijo—Ethan está en la barra de bebidas.
—¿Qué te parece si vamos por una? Resulta que le lancé la mía a ese tipo.—sugerí.
—Vamos.
La fiesta iba pasando con la caída de la tarde. Había entrado ya dos veces a la piscina y había charalado con un montón de gente.
En cuanto al tal Matteo, no volví a toparme con él, así que supuse que se había ido del lugar o quizá simplemente estaba mezclado con toda la gente que había. En cualquier caso, era un alivio no haberlo visto de nuevo.
Dieron las doce de la noche y consideré que era hora de irme. Si no me equivocaba, la fiesta iba a terminar por ahí a las tres o cuatro de la madrugada, pero la realidad era que yo ya estaba un poco cansada.
—Me voy a casa.—le dije a Kat cuando paré de bailar y me acerqué a ella.
—¿Qué? Vamos, entremos un rato más a la Piscina—dijo haciendo ademán de ir a
Hacia allí.—Estoy muerta Kat, en serio. ¿Nos vemos mañana para hacer algo?
—Bien, te llamo chica. Me quedaré un rato más por aquí.
—¿No necesitas que te lleve a casa?—Pregunté.
Kat negó con la cabeza.
—Para nada, me voy con Ethan.—dijo fuertemente para hacerse oír por encima de la música.
—De acuerdo, hasta mañana entonces.
Me alejé de ahí para llegar hasta el Mustang.
El camino de regreso a casa estaba más tranquilo. El tráfico había disminuido bastante, considerando la hora que era.
Me estacioné afuera de casa, subí a prisa las escaleras y me di un baño. Me puse el pijama y acto seguido comencé a dormir.
•••
Una densa lluvia golpeaba los cristales de las ventanas. Hacía un aire fuerte y se pronosticaban tormentas fuertes.
Estaba desayunando cuando mi celular retumbó en la mesita de granito de la cocina. Fui a por él y respondí.
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•Te esperaba a ti•
Romance"Me gustas sincera y muy alocada: riendo por todo, llorando por nada. Me gusta tu envoltorio de niña traviesa; me gusta tu ternura, tu olor a frambuesa" -¿Y qué esperabas? ¿Que fuera como todas ellas y cayera rendida a tus pies? -No, no esperaba pa...