Me quedé quince minutos más esperando señales de Kat, pero nada. No respondía los mensajes y tampoco Lograba Verla por ningún lado. Di por hecho que simplemente no había ido a la Universidad.
Me subí al Mustang y decidí conducir directamente a su casa, necesitaba saber qué estaba pasando y, sobre todo, si estaba bien.
Al cabo de diez minutos llegué y aparqué frente a su casa. En efecto, su auto estaba estacionado cuidadosamente en el garage, así que sin duda estaba en casa.
Me bajé y toqué suavemente la puerta.—Ada.—dijo Kat en cuanto abrió la puerta
Tenía un aspecto cansado, unas ojeras enormes y estaba aún en pijama.
—Kat...¿Qué Pasa?
Kat miró hacia otro lado e indicó con la cabeza el interior de la casa.
—Pasa.
Nos sentamos frente a frente en la mesa del comedor. Me ofreció un vaso con agua y después ella se sirvió un poco de café. Por todo el desastre que vi en la cocina, abduje que se había bebido una gran cantidad de café esa mañana.
—¿Y bien?—le pregunté al ver que no hablaba.
—¿Qué?
Frunci el entrecejo.
—¿Cómo que qué? ¡No fuiste a la Universidad, mírate cómo estás! ¿Qué ha pasado?— pregunté seriamente.
Kat soltó una risita.
—¿Pasado? Oh Nada. Ayer llegué demasiado tarde de casa de Ethan. Después del cine fuimos a su casa, claro está, y la verdad me quedé dormida. Los golpes que diste en la puerta me han despertado.
Me llevé una mano a la frente exasperada. Detestaba que Kat me hiciera creer que algo grave pasaba cuando no era así.
—Kat, ¡estuve muy preocupada! Creí que tenías algo.—dije con fuerza.
Kat se levantó por otra taza de café.
—¿Café?—preguntó.
Negué con la cabeza.
Volvió a sentarse en el mismo lugar de hace un segundo.
—Cuéntame, ¿me perdí de algo?—dijo dándole un sorbo a su café.
—No mucho...salvo con el idiota de Matteo.—rodé los ojos
Kat dejó escapar una risita burlona.
—Ese chico sí que te molesta Ada.
—Lo sé, es exasperante. Hoy no hizo más que burlarse de mi nombre...de nuevo. Y revolverme el cabello, agh, es tan estresante.
—Ya, es un molesto. Ethan me contó que no tiene mucho viviendo en la ciudad.—dijo dejando de lado su taza de café.
—¿Ethan y él son amigos?—pregunté.
Kat negó con la Cabeza.
—No tanto amigos. Se conocen porque comparten la clase de Trigonometría, pero nada más. Es uno de sus contactos, pero Ethan apenas se relaciona con él fuera del Campus.
—Vaya.
Después de esa charla quedamos unos minutos en silencio, ambas dimos por terminado el tema y la conversación. Kat preparó pasta francesa para comer y acepté quedarme, de todas formas no quería estar sola en casa.
Cayó la tarde y decidí que sería bueno irme a casa para hacer las tareas de la Universidad. Le dejé unos apuntes de clase a Kat y acto seguido me subí al Mustang camino a casa.
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•Te esperaba a ti•
Romance"Me gustas sincera y muy alocada: riendo por todo, llorando por nada. Me gusta tu envoltorio de niña traviesa; me gusta tu ternura, tu olor a frambuesa" -¿Y qué esperabas? ¿Que fuera como todas ellas y cayera rendida a tus pies? -No, no esperaba pa...