2. Chewy

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Me despierto por unos ruidos en el pasillo, reviso mi celular y son las 3:00 a.m., ¿qué podrá estar pasando? ¿será algún ladrón? Tomo lo primero que encuentro de arma y abro mi puerta con sigilo, todo está obscuro, puedo ver lo que me permiten mis ojos adaptándose a la obscuridad. Volteo a la puerta principal, la tengo a mano izquierda saliendo de mi cuarto, veo que está cerrada sin signos de que fuera forzada. Escucho un pequeño ¿ladrido? de la habitación de enfrente junto con unos pasos apresurados, y del lado derecho del pasillo escucho como si arrastraran un mueble.
La puerta que tengo enfrente se abre de a poco, sacándome un buen susto, y logro diferenciar a Octavia, al verme sale al pasillo y cierra su puerta, lleva de arma ¡¿una katana?!.

-Clarke, ¿qué está sucediendo?- me pregunta y justo de atrás de ella se escuchan rasguños y chillidos, por lo que alzo la ceja y ella abre tanto los ojos que se le podrían salir.

-¿Tengo que preguntar?- le digo con mirada acusatoria.

-Te lo cuento luego, ahora es más importante saber que se escuchó, puede haber alguien dentro- me desvía del tema.

-Tienes razón, ¿Sabes de dónde se enciende la luz del pasillo?- se escucha como algo cae y se hace añicos del otro lado del pasillo y nos vemos entre nosotras con miedo.

-¡Agh Mierda!- se escucha la voz de Raven y eso nos tranquiliza, todo el tiempo fue ella. Busco el interruptor palpando la pared hasta que por fin se encienden las luces del pasillo y logramos ver como hay un camino de ropa que va más allá de donde alcanza a alumbrar la luz del pasillo. También hay un florero roto y un cuadro que cayó al suelo.

-¿Raven?¿Estás bien?- pregunta dudosa Octavia sin moverse de donde está.

-Emmmh sí, todo bien, no se preocupen, aquí todo está excelente, buenas noches- se escucha la voz de Raven desde la sala.

-¿Deberíamos ir a ver?- le susurro dudosa a Octavia.

-¿Estas loca? No quiero verla tirándose a alguien- dice Octavia con un gesto de desagrado.

-Al menos no es un ladrón, ya creía que me tendría que enfrentar a alguien- le resto importancia.

-Aguarda, creiste que era un ladrón así que ¿te saliste a enfrentarlo con una secadora?- dice suprimiendo su risa aparente.

-¿Qué? Estaba obscuro y tomé lo primero que encontré, a parte, ¡no todos tenemos una jodida espada en la habitación!- le respondo.

Ella niega con la misma sonrisa de burla y se va a su habitación -hasta mañana- me dice y entra a su cuarto, así que no me queda más que apagar el foco y volver a dormir.

Me despierto temprano por la mañana, apenas se pueden ver unos rayos de sol por mi ventana.
Voy camino a la cocina y me encuentro con todo el desastre de ayer, ya se me había olvidado, camino con cuidado para no pisar los vidrios ni la ropa y al llegar al final del pasillo veo que el sillón está un poco movido de dónde estaba y que hay una taza hecha añicos junto a la mesa ratona, y al parecer alguien se cortó con ella ya que se ven gotas de sangre seca.
Me preparo un café y me siento en la barra de la cocina a tomarlo mientras reviso mis redes sociales.

Escucho unos pasos que me distraen de mi celular y levanto la vista, me empiezo a ahogar y termino soltando a propulsión el café que tenía en mi boca, y todo gracias a que al levantar la vista pude ver a una desnuda chica, con un gran tatuaje, de espaldas poniéndose las bragas que acababa de recuperar del sillón; al parecer ella no sabía de mi presencia hasta ahora porque se voltea asustada con una mano en el pecho.

- Joder rubia!!!- exclama exaltada -me has sacado un susto- dice mientras toma una postura relajada. Por supuesto, tenía que ser Lexa.

-¡¿Qué no piensas vestirte?!- le digo mientras siento como mi rostro se sonroja.

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⏰ Última actualización: May 11, 2019 ⏰

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