Mangle decide mandarle una carta de amor a Springtrap. La idea era que solamente él supiera de su existencia, que nadie más se enterara.
Por error, la carta acaba en manos de Foxy.
Mangle, temerosa de que si le cuenta la verdad se burlara de ella, d...
-Bueno -le dije a Foxy- ahora, ya sabe todo el mundo lo nuestro. Solo falta decírselo a Springtrap.
-Emm... Mangle... A springtrap no se lo podemos decir. A él... Bueno, tú le gustabas. No creo que le hiciera mucha gracia descubrir que eres mi novia.
-¿Soy tu novia? -dije divertida-
-¿No le habias dicho a Chica que yo era tu novio?
-Si, pero solo para fastidiarla.
-Entonces... Mangle, -Foxy me miró- ¿Quieres ser mi novia?
-Pues claro que si, bobo
Y yo le acuné su cara en mis manos y me acerqué su cara suavemente hacía mi. Fue un beso dulce y delicado, como en una pelicula. Un par de caricias en los labios. Y aquel momento mágico se prolongó unos minutos, hasta que nos separamos.
-Te tengo preparada una sorpresa, mangle.
-¿Si?
-Si -Me contestó Foxy- Tienes que vendarte los ojos con este pañuelo. Pero antes, tienes que subirte a mi espalda, a caballito.
-¿Qué?
-Hazlo, confía en mi.
Yo me subí a su espalda, y una vez arriba me vendé los ojos.
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-¿Adónde me vas a llevar?
-Es secreto -dijo él- pero te va a encantar.
Estuvo caminando unos minutos y de repente se paró.
-Ya puedes bajar, princesa.
-Yo no soy tu princesa -repliqué-
-Vale, perdón miss borde.
Reímos, y luego me di cuenta de una cosa:
-¿Dónde estamos, Fox?
-Bueno -dijo él- será mejor que te vuelvas a vendar los ojos.
Yo lo hice, pero esta vez Foxy me tomó de la mano.
-Ya puedes abrir lo ojos.
Me quité la venda y vi una super chulísima y gigante piscina, totalmente vacía para los dos.
-Foxy, esto es...
Y de repente, sentí un gran empujón que me tiró a la piscina.
-¡Idiota! -le grité a Foxy, mientras el se reía- !No traje bañador!
-Ya lo se -me dijo él- te traje uno. Puedes ir a cambiarte allí.