Entiende Que Te Quiero- Foxangle

¿¡Chica!?

Iba caminando por la high school, pensando en lo que había pasado anoche. Foxy es el mejor.
Cuando canté en aquella sala de conciertos fue tan mágico...
Iba sumida en mis pensamientos cuando de repente escuché unos grititos agudos y chirriantes dentro de un aula. Lo peor es que conocía muy bien esos grititos chirriantes: pertenecían a Chica.

Entré en el aula y me quedé sin habla. Chica tenía Foxy arrinconado contra la pared, mientras le regañaba por algo. Él intentaba escapar, pero Chica no le dejaba.

Procuré no hacer ruido y me coloqué justo detrás de Chica, escuchando la conversación.

-¿¡Como se te ocurre llevar a esa a nuestro concierto!?

-Haber como te lo explico, Chica -dijo Foxy- Ella es mi novia, y tengo derecho a salir con ella a donde quiera y cuando quiera, sin preocuparte de tus estúpidos celos.

-¡¿Pero es que no te das cuenta?! Ella no te quiere. Soy yo la que te quiere.

-A ver, Chica, yo...

Entonces chica se abalanzó contra él, con intención de besarle. Foxy se intentaba apartar, pero como Chica lo había arrinconado contra la pared no podía.

Entonces cogí a Chica del jersey y tiré de ella para atrás.

-Alto ahí, bruja.  Foxy es mi novio. Y eres un poco pesadita. Él no quiere besarte. Y como vuelvas a hacer algo parecido, vas al director. -ella me miró entre miedosa y enfadad- Ahora largo.

Ella salió maldiciendo de la clase, entonces Foxy me dijo:

-Gracias, Mangle. Ya sabes como es ella...

-Ya se como es, Foxy. Pero no se por qué tú sigues con ella. Ni tampoco tengo ni idea de porque la dejaste que te arrinconara contra la pared.

-Hey Meg, no te enfandes. Es mi amiga desde siempre. Sería como enfadarse con tu hermano. Los enfados con ella duran muy poco. Si no fuera tan pesada, verías como es buena persona.

-No tengo nada que ver, Foxy.

-¿Es que estás celosa, Meg? -él me miró divertido-

-Pues si, ¿Contento?

El se rió y me besó como nunca antes. Nos besamos hasta que nos quedamos sin respiración y nuestras mandíbulas empezaban a doler.

-Te quiero, Fox.

-Y yo, Meg.

Y nos besamos más. De verdad que podría estar besándole toda la vida.