Capítulo 4

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Aquel clásico carruaje con las pertenencias de los hermanos Jauregui ya estaba en la entrada del palacio, listo para partir, o al menos eso podía notarse en la actitud de los corceles que relinchaban en sincronía.

—Vamos Taylor, sal ya. Debemos irnos— Le apresuró Chris 

Desde que recibieron órdenes muy estrictas y específicas por parte de su padre, los Jauregui se propusieron salir 3 días después de ello, y ahí estaban esperando a que la más joven de los Jauregui saliera del palacio de una vez por todas 

—No la apresures Christopher, a diferencia de ti, ella se ha propuesto a arreglar todas sus cosas por sí sola— La verdad es que la relación de ese par nunca fue miel sobre hojuelas, precisamente

—Tu tampoco lo has hecho sola, querida hermana— Le recordó con enfado 

—Si, pero mis cosas estuvieron listas hace más de un día— Contraataco una vez más, Lauren 

—Claro, mis mucamas también serían rápidas si me las tiraba— Aquel fue sin duda un golpe bajo 

—No me tiro a nadie, Christopher— Aquel tono estuvo tentado a salir con nerviosismo 

—No soy tonto Lauren— Le lanzó una sonrisa de superioridad y continuo —Tal vez no te he visto y por ende no tengo pruebas mínimas de ello, pero te diré algo: Las paredes hablan y digamos que hay algunos que ya se saben tu tan "pulcro historial"— Lauren de momento se coloró hasta los dientes y entonces Chris pudo reír con superioridad —Deberías dejar esas andanzas hermanita, sabes bien que nuestras leyes no lo permiten, de hecho es enfermizo—

—Los esperare en el carruaje— Sentenció Lauren, con la risa de Chris aun de fondo 

—Ya estoy aquí— Dijo una Taylor muy apresurada

—Cuidarás a tus hermanas Christopher— No era una petición de su padre, era una orden

—Por su puesto padre— Se reverencio ante él, como era una costumbre que ambos habían tomado hacía hace unos años

—Muy bien, también cuidate tu, mi cielo— El lado protector de Clara como siempre sobresaliendo 

—Tenlo por seguro madre— Le dio una beso en la mejilla izquierda, luego otro en la derecha y finalizó con uno en la izquierda una vez más

Sin mas preambulos los Jauregui ya estaban en aquel carruaje, en dirección al reino Cabello, el cual quedaba cuando mucho a casi 10 horas, a pesar de ser el reino vecino, los caminos eran difíciles de controlar, y como si eso fuese poco la posibilidad de que alguna especie de ladrón se atravesara en su camino era del 80% 

—Y dime hermanita ¿Que maravillas mías le contaras a la futura mujer Jauregui— Algo clásico con lo que contaban, no solo Chris, sino todos los Jauregui era con una buena dosis de narcisismo y egocentrismo. Eso sin duda les daba una seguridad de los mil demonios, y para qué negarlo, los hacía tremendamente sensuales e irresistibles 

—Déjame pensar— Lauren hizo una pausa y en su rostro parecía que de verdad estaba pensando, pero tal vez algo más estaba planeando 3 —Qué te parece... "Mi hermano no solo te dará la peor descendencia por todos esos genes deformes que saco del tío Rudolph"— La sonrisa que se formaba en la cara de Lauren y esa rabieta que estaba naciendo en la cara de Chris sin duda estaba por darle a Taylor una grata tarde —"Sino también podrá ofrecerte un pequeño juguete que no te durara para el arranque, y para qué negarlo más será mejor que empieces a buscar sangre pura en otro lado, sospecho que mis padres lo han cogido de alguna mucama embarazada"— Si Lauren era buena para algo, era sin duda para herir sin siquiera mover un dedo 

—No creo que te convenga eso querida hermana— Le dijo Chris con aquella sonrisa queriendo escapar de sus labios —Mi padre no estaría precisamente feliz de enterarse que la "luz de sus ojos" le ha saboteado el maravilloso plan, sin contar que podría terminar enterándose de tus pequeñas huidas a "cabalgar" con tu mucama personal— Aquello sin duda dejó a Lauren fuera de juego, no podría si quiera seguir bromeando al respecto y estaba empezando a odiar a su pequeño hermano soplón; por otro lado; Taylor, quien había estado callada hasta ese momento disfrutando de la pequeña pelea que era común entre ese par, se quedó petrificada. La pequeña Taylor había dejado en claro que al cumplir la mayoría de edad se uniría a la iglesia como una monja devota de dios; incluso la mismísima madre superiora Ally le estaba dando seguimiento a su caso para que llegase con dios más pura que cualquier otra

—Chris no habla en serio, verdad ¿Lauren?— El pánico escapó solo de la boca de Taylor 

—Oh, vaya que lo digo en serio pequeña Taylor— Dijo imitando aquella voz llena de pánico 

—Lauren, eso es imposible, sabes bien que...— Fue interrumpida por su propia hermana

—Que es pecado— Concluyó la frase —Si, Taylor. Se lo que sucede, no se si quiera que haces creyendole a este bobo esas barbaridades— Trató de sonar lo más calmada posible 

—Mira Laur, te daré esta oportunidad, pero espero que seas consciente que esas aberraciones no son aceptadas por la iglesia y que sin duda no tendrás mi apoyo en ningún momento en cuanto a esto respecta— Casi lloraba la pobre ahí mismo —La felicidad sexual estará en tu futuro marido, porque se que es así, dios te lo dirá cuando vayas a recibir misa— Le tomó la mano con seguridad y Lauren le devolvió la sonrisa, dando así seguridad a su hermana 

—Hoy mismo por la noche rezaré todo un rosario para que veas mi compromiso— Lauren debía admitir que engañar a Taylor era muy sencillo 

—Así se habla, Lauren— Las primeras dos horas habían pasado, sin embargo, el camino seguía y no planeaban parar, sino hasta llegar al palacio Cabello. Sin duda el viaje sería más largo de lo que Lauren tenía previsto.



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Bien, espero hayan disfrutado la lectura <3 

Nos vemos el próximo Jueves :* 

-Dulce Fuentes-

Mi Pecado Favorito (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora