Abducción

Capitulo 2 - Ojos

¿Qué rayos le pasaba a Jonathan? No estaba seguro, tal vez el sangrado de su ojo es causado por la combinación de tantas drogas, una droga experimental quizás, esa que venden en Sudamérica que te vuelve zombi y loco. Eso explicaría los gritos incesantes de Jonathan.

-¡MARTAAAAA! ¡MARTAAAAAA! – No deja de gritar el nombre de su esposa. Al parecer si la quería y el tema del posible divorcio lo adentro más a las drogas.

De repente Jonathan empezó a moverse involuntariamente (quiero pensar que era involuntariamente) y de alguna forma quería salir de la camioneta. Golpeo dos veces el cristal de la ventana pero no logro romperlo. Me detuve a mitad del camino y lo amarre al asiento con el cinturón y unas sogas que tenía en la caja de la camioneta. Cielos, era feo voltear al asiento de al lado y ver a Jonathan amarrado, sangrando de un ojo y de la cabeza y queriendo escapar. Me sentí mal por hacer eso, una persona no tiene que ser tratada así pero no tenía opción. De un momento a otro Jonathan dejo de moverse, como si lo hubieran apagado. En realidad estaba muriendo, no respiraba y el hospital estaba todavía a 10 minutos. En ese momento mi corazón comenzó a agitarse como nunca, la vida de Jonathan estaba en mis manos. Acelere a 160 km/h y logre llegar en 6 minutos al Eastern New México Medical Center. Baje de la camioneta y abrí la puerta de Jonathan. Falleció a las 3:47 de la mañana.

-¿Ocurre algo señor? – Me pregunto un guardia.

-¿El doctor Tomas Claw? – Apunte al cuerpo de Jonathan.

-Claro en ahora vuelvo – El guardia salió corriendo a buscar al doctor Tomas.

Tomas Claw es un viejo amigo/vecino que siempre ha apoyado a mi familia y a mí en cuestión de salud, es un médico de confianza y fiel creyente de la ufología.

Cargue el cuerpo de Jonathan hasta la sala de espera del hospital y mientras esperaba la llegada de Claw me percate que el ojo de Jonathan seguía sangrando. Extraño ¿No?

-¡Kevin! ¿Qué sucede? – Llego el doctor Claw

-Pues... - Le conté lo sucedido. Claw parecía confundido.

-¿Extraterrestres? ¿Crees eso? – Me pregunto en un tono sarcástico.

-Mejor lleva el cuerpo de Jonathan a la morgue y luego nos tomamos un café para discutir esto – Enserio necesitaba descansar. Esta noche no resulto ser muy normal después de todo. Nunca había presenciado la muerte de una persona. Mi cuerpo todavía está temblando y mi mente no termina de procesar lo sucedido, creo que tendré que cambiar los asientos de mi camioneta. Fui a la cafetería del hospital, pedí dos cafés y me senté en la esquina con una vista al bosque. El silencio es aterrador, la oscuridad del bosque me hace recordar que no estamos solos, que hay algo ahí afuera que en cualquier momento nos puede tomar y no dejarnos ir, como a mi primo. Jonathan ha muerto, sin ninguna explicación, hasta ahora. No dejaba de temblar. Tumbe un poco de café sobre la mesa. ¿Y si lo amarre muy fuerte al asiento y eso dificulto su respiración? ¿Los golpes que le dio a la ventana de la camioneta? ¿Fue mi culpa? No pude aguantar las ganas de soltar una lágrima, el hecho de pensar que tal vez su muerte fue mi culpa, me consumió horriblemente.

-Oye cuidado con el café, es caro – Dijo Claw – Bien he llevado al chico a la morgue del hospital y lo deje en manos de los encargados ¿Tiene familiares o alguien más aparte de su esposa desaparecida? –

-No lo sé ¿Qué le paso? ¿Por qué? – Tumbe el café por accidente.

-No estoy seguro – Claw froto sus manos sobre su cara.

-¿Qué hacemos ahora? – Pregunte desesperado.

-Primero tienes que limpiar el café del suelo y después iremos a echarle un vistazo al chico – Me dio un trapeador. Termine de limpiar, eso me calmo un poco, y después baje a la morgue con Claw. Abrí la puerta y vi el cuerpo de Jonathan sobre una mesa. No podía verlo ahí, así que volteaba a las paredes para no verlo.