04.- la princesa

100 6 0
                                    

Había una vez en un pueblo muy lejano una princesa atrapada en su castillo cada día observando; cada día llorando ; cada día sufriendo por la soledad en espera de su valiente salvador; siempre aguardaba el su recama observando a lo lejos por esa pequeña ventana que solo le permitía ver un prado colorido; pero ese día todo fue diferente; el otoño se llevo consigo el color de su horizonte; se llevo el calor de su verano y la alegría de la solitaria princesa; su corazón ya aguardaba 23 años en espera de su felicidad, conocía cada parte de su pequeño mundo.. el frió se apoderó de ella; la rabia la domino.. intento por varias horas escapar de su aposento sin lograr derribar ninguna de los fríos muros de piedra que estaban decorados con una muy rustica decoración; estaba cansada tan solo de ver siempre aquel pequeño y ruidoso pasadizo de escaleras que la conducían a su habitación; subía lentamente cansada de ver tantas piedras talladas en forma de gradas; su mente decayó por un instante y en un ataque de frustración cayo sentada en una de aquellas; miro hacia el frente solo tenia un húmedo y obscuro pasillo alumbrado por antorchas de fuego eterno; no el suficiente para calentar el lugar; pero si para alumbrar lo suficiente; la hermosa chica en su hermosos ojos negros brillaba un espíritu de ira... entre lágrimas mientras apretaba los dientes de la rabia cogió uno de los candelabros y lo coloco bajo las cortinas y en un manto que tenía dirección al cilindro de gas.. arrojó en el suelo su mechero y entre lágrimas y sujetando su largo vestido corrió a lo alto de las angostas gradas.. en su recámara rompió una tallada silla contra el filo de su cama; agarro una de las patas de la misma; regreso al inicio de las gradas y sujeto firmemente la pata de la silla contra su pecho mientras lentamente dejo caer su cuerpo cansado por el peso de su sufrimiento y la agonía en su corazón; y al instante en que la vara atravesó su maltratado corazón la casa exploto; los vidrios se rompieron y el estruendo ahuyento a las aves de los campos junto con el sufrimiento de nuestra amada y bella princesa; sin que nadie haya comprendido su dolor: sin que nadie entienda su mundo; su ironía y su soledad

By: isra

una historia antes de dormirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora