U N O

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El reloj marcaba las dos con cinco. La clase acabaría en cuestión de minutos. Estaba casi corriendo por salir del aula, pues era el día de mi cumpleaños número dieciocho y mis padres habían prometido llevarme a un lugar especial.

La campana sonó como estaba predicho y no esperé más para tomar mi mochila y salir corriendo de ahí.

Mis padres esperaban fuera de la escuela en el viejo auto familiar. Entré en la parte trasera, arrojando mis cosas sin cuidado y esperando a que ellos dijeran algo.

—¿La pasaste bien en la escuela? —Mi madre parecía nerviosa.

—Sí, muy bien. —Esperé unos segundos para continuar—¿A dónde iremos?

—A tu lugar favorito, al restaurante italiano. —Mi padre me sonrió a través del retrovisor, lo que hizo que entrara en confianza.

Seguramente solo habían tenido una pelea por dinero otra vez. Pero era mi cumpleaños, por lo menos debían permitirme estar contenta ese día.



(...)

—¿Qué ordenarás?—Mamá había estado mirando la carta por más de veinte minutos, pero no parecía estar muy concentrada.

—Pasta, con albóndigas.

—¿Solo eso?

El ambiente estaba demasiado tenso entre papá y mamá. Suponía que era por dinero o tal vez algo más. Tal vez mi padre había perdido su trabajo y no me hacía muy bien pensar en esas cosas.

—Pasta, con albóndigas. —Respondí alejando la carta. Era la cosa más barata en el menú—Solo eso.

Esperamos el regreso de la camarera por una media hora más. El restaurante no estaba muy lleno, así que el silencio era peor.

—Hija. Debemos decirte algo.—Mamá me miró a los ojos y estuve segura de que algo no estaba bien.

—Espera—Papá interrumpió—Déjala comer primero.

—Solo díganmelo...

Ambos me miraron y luego se miraron entre si. Los tres sabíamos que ocultarlo era un caso perdido.

—Perdimos la casa.

—... ...

—Hija...

—De que están... ¿De qué están hablando?

—El terreno que poseíamos pasó a manos de otros. De una compañía grande de bienes raíces. Nos dieron algo de dinero, pero no...

—¡¿Como puede pasar algo así?!—Golpeé la mesa con mis manos.

—El terreno era importante para la construcción de nuevos espacios y además, nos consideraban invasores de terreno. Ganaron la demanda contra nosotros y todos los vecinos.

Estaba completamente desconcertada. Una sensación de mareo se instaló en mi cuerpo. Habíamos pasado por cosas malas, pero esto.... Era lo peor.


4 Towers ↬ BTSWhere stories live. Discover now