Mejor morir en pie

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Lyttne.

La academia no se encuentra lejos, solo debemos salir de las calles y subir la colina y estaremos en la academia, decirlo es más fácil que hacerlo.

-permanezcan juntos, haremos esto rápido y en silencio -Comenta Khalany a los civiles-. Bien, ¿Que tienes en mente?. -Me interroga-.

-Tenia pensado movernos a través de los tejados, así evitamos las calles y enemigos, pero con los bebes se complicará. -Le explico mi plan a Khalany que parece estar de acuerdo con el-.

-Tu encárgate de subir a todos, yo estaré en aquel tejado de allá -Señala una casa que es más inestable que las relaciones amorosas de Jarkay-. Y te cubriré desde allí, ¿Ok?.

-A darle -Asiento con la cabeza y da media vuelta corriendo a la casa en ruinas-. Muy bien, escuchen, vamos a subir al tejado para movernos más rápido -Les informo a los más pequeños fingiendo emoción-. Pero debemos ser rápidos y silenciosos como gatos, ¿Esta bien? -Intento regalarles una sonrisa pero creo que parezco estúpida hasta para ellos -.

-¡¡Sii!! Como gatos -Una niña de 4 años comienza a aplaudir con emoción -.

-Shhhhh, recuerda. Los gatos son silenciosos -Coloco mi dedo índice sobre sus labios -. Muy bien subamos. -Para mi suerte hay escombros por donde escalar será sencillo y podremos subir al tejado rápidamente -. Los más grandes primero -Les informo a los adultos para que suban-.

Todo marcha muy bien, los adultos y niños están ya en el tejado y no hay señales de hostilidad. Volteo y le digo a Khalany que se reúna conmigo de nuevo.

Ya estando todos reunidos comenzamos a movernos entre los tejados, quien diría que todos estos edificios amontonados uno al lado de otro servirían de algo, estamos tan cerca de llegar a la colina pero somos interrumpidos por una patrulla enemiga que va rematando todos los cadáveres.

-Al suelo -Susurro lo suficientemente alto para que todos me escuchen-. No muevan ni una pestaña...

La patrulla pasa por la calle que esta a un lado de nosotros y dobla en la esquina contraria de nuestra fila de casas.

-Estuvo cerca, a seguir moviéndonos no tenemos todo el tiempo del mundo -Khalany se pone en cuclillas y se asoma por encima de la pequeña barda del tejado para ver si el peligro se a ido -.

Un grito suplicando piedad grita a todo pulmón llenando el silencio de Nexur pero cesa al instante, aun así duro lo suficiente para asustar a uno de los bebés y comienza a llorar. ¡Mierda!.

-¡Calla el bebé! Nos descubrirán -Khalany le dice furiosa a la señora que cargaba el bebé-.

-¡En el tejado! -Gritan la patrulla que nós habíamos topado recién. Estábamos jodidas-.

-Lyttne protege a los civiles -Khalany me ordena mientras baja de un salto el tejado-.

Empuño el arco y saco una flecha del Carcaj. Apunto y disparó la flecha a un enemigo que se aproximaba a Khalany, no lo mate, pero si lo herí el el brazo para que tirara su espada y Khalany hiciera el resto.

Mi maldita suerte se acabo, de ambas calles más enemigos llegan, no estoy segura cuantos son, pero son demasiados. Khalany esta en problemas, aunque sea buena no durara mucho si no la ayudo, así que me concentro y lanzó flecha tras flecha asesinando he hiriendo a los malditos, las flechas de mi Carcaj se están acabando.

Escucho el sonido de escombros cayendo, volteo en la dirección que veníamos y 4 guerreros del alba estan subiendo, genial. Debo proteger a los civiles, lanzo una flecha que se clava en el hombro de un guerrero, pero ni se inmuta continua caminado hacia mi mientras rompe la flecha y la tira al piso. Las flechas de mi Carcaj se han acabado así que desenfundo una daga de 40 centímetros, es una daga muy larga y muy afilada.

«Debo de proteger a los civiles, debo de protegerlos» repetía en mi cabeza. Los enemigos se acercan lo suficiente para atacarlos con un movimiento rápido paso por debajo de uno clavandole la daga en el vientre, este se arrodilla de dolor y le corto la garganta, y cae retorciéndose al piso. Me giro he intento clavarle la daga al otro enemigo, pero este da un paso hacia atrás, esquivando la daga y me toma de la muñeca con una mano y me jala haciendo que pierda el equilibrio y caiga al piso, me da una patada en la cara que me rompe la nariz y casi me noquea, el dolor es inmediato y suelto la daga para colocar mis manos sobre mi cara donde la sangre no deja de salir. «Debo proteger a los civiles » repetía nuevamente en la cabeza.

-Quiero que veas algo -Me decía la voz áspera del maldito que me dio la patada. Tomo mis manos y las separó. Me resistí pero el maldito era más fuerte -. ¡Mira!. -Me exigía. Voltee y la escena era espantosa, vi como otro de los enemigos tomaba su mazo y lo dejaba caer sobre un bebé. la rabia y la tristeza invadieron mi cuerpo intente liberarme pero no pude y me obligaron a ver como le cortaba el cuello a la niña que le emocionaban los gatos... No podía hacer nada, nada...-.

-Malditos sean -Les escupí con toda la rabia que había en mi-.

-¿Que haremos con ella? -preguntaba el que asesino a todos y cada uno de los niños-. ¿Podemos torturarla, violarla y al final echarla a los perros? -Preguntaba emocionado el luy maldito -.

-Khala... -Intente llamarle pero me golpearon en el estomago sacándome el aire y no pude gritar por el dolor -.

"El Gran Ocaso".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora