Entre la espada y la pared.

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Jarkay.

Salimos del hospital y Lyttne se reúne con nosotros de nuevo en las calles.

-Pense que habían muerto, pero al parecer no tengo tanta suerte -Suelta una risotada-.

-Si, lo mismo digo -Respondo ante la broma-.

-No empiecen con sus estupideces -Garkbel nós calla, esta más que claro que quiere impresionar a Khalany. Le ayudare con eso-.

-Lo siento, ¿Por donde vamos?. -Pregunto fingiendo un tono de voz de subordinado-.

Garkbel sonríe y me responde:

-Creo que es mejor regresar por donde venimos, el camino lo dejamos despejado cuando nós dirigíamos aqui-.

-Suena bien -Responde Lytnne-.

-Hay que ir -Comenta Khalany-.

-Guíanos -extiendo una mano señalando el camino-.

Garkbel va a la cabeza del grupo, hemos formado un rombo en torno a los civiles, es más fácil protegerlos así. Hay cadáveres por doquier... Espero que los niños no los vean.

Tenemos que volver a la maldita academia lo más pronto posible y no llevamos ni la mitad del camino, y estamos muy expuestos en estas calles de piedra.

-Mierda, ¡nós atacan!. -Grita Khalany-.

«Mierda» pienso mientras contemplo como una docena de enemigos se aproximan por delante, todos llevan una armadura pesada, cascos abollados, pecheras desgastadas, parece que han estado peleando.

-¡Jarkay! -Grita Garkbel-.  ¡Proteje a los niños junto a Lyttne! ¡Rápido!

Sin darme tiempo de reaccionar veo como un guerrero con una maza de guerra se aproxima hacia mi rápidamente, consigo esquivar el golpe de la maza agachandome y moviéndome hacia la izquierda. -Bien maldito, muéstrame que puedes hacer -Le reto, mientras desenfundó mi lanza-.

Carga su maza por encima de su cabeza y la deja caer, pero retrocedo y al instante contraataco clavando la Punta de lanza en su yugular. Uno menos.

-¡Se aproxima humo! -Lyttne avisa a todos que han lanzando bombas de humo tan denso que comienza a ahogarme-.

«Medida suerte, tendremos que pelear a ciegas» pienso con rabia.
-¡A por ellos, demuestrenle de lo que somos capaces de hacer! -Garkbel grita mientras desvía un tajo de espada de uno de los guerreros enemigos-. Khalany, Lyttne lárguense de aquí con los civiles, nosotros nós ocupamos, ¡RÁPIDO!.

Khalany y Lyttne obedecen al instante y comienzan a correr junto con los civiles. -¡Garkbel! -Corro hacia donde se encuentra luchando, pero un guerrero me golpea con su gran maza y me lanza por los aires cayendo adolorido sobre el maldito piso de piedra. Me ha sacado el maldito aire de los pulmones y me cuesta respirar, me duele el abdomen. Consigo ponerme de pie a tiempo para esquivar el golpe de la maza. He tirado mi lanza cuando me golpeo la maza del enemigo, tomo una espada que para mi suerte estaba clavada sobre un cadáver a mi lado y me preparo para contratar, el guerrero lanza un golpe horizontal con la maza, lo esquivo por nada y le clavo la espada en el abdomen, la saco y le vuelvo a clavar la espada en el vientre y tiro con toda mi fuerza hacia arriba para cortarle gran parte de su cuerpo, cae de rodillas frente a mi y con un tajo de espada le desprendo la cabeza del cuello y cae inmóvil al suelo.

Me giro y veo a Garkbel que esta siendo atacado por dos a la vez, tiro la espada y cojo la pesada maza de mi enemigo muerto y corro hacia el. Suelto un golpe con la maza a la espalda de mi enemigo que suelta su espada y se deja caer al piso adolorido, y sin pensarlo dejo caer la maza sobre su cabeza. La cargo de nuevo y golpeo con ella la rodilla del otro enemigo que esta atacando a Garkbel y se la rompo al instante, un grito de dolor insoportable molesta a mis oídos así que lo callo aplastandole la cabeza con la maza. Estoy cansado, la maza pesa más de lo que parece. Pero aun así no tengo tiempo para descansar.

6 enemigos siguen en pie, los guerreros de la Fe inmortal que estaban con nosotros están muertos, solo quedamos Garkbel y yo...

"El Gran Ocaso".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora