El Príncipe y la hechicera

Nace una Hechicera del mal

Nace una hechicera del mal
Endimion le pidió a Serena que sea su enamorada, ella aceptó aún temerosa de que él descubriera la verdad. Por otro lado, Beryl se preparaba para la iniciación y conversión con lo cual adquiriría poderes que un hechicero oscuro tiene.

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-El bautizo de sangre sirve para quitar todo lo puro que puedas llevar en tu ser e introducirte a nuestro mundo de sangre.

-No creo haber tenido nada puro en mi ser, excepto odio.

-Ahora estás preparada para la iniciación. Para ello debes vestirte para la ocasión, luego vendrás aquí para iniciar la misa satánica.

-Mientras más pronto comience con esto, mejor. –Beryl se retira para prepararse.

Mientras se preparaba, los hechiceros oscuros preparaban el salón para la misa. Encendieron velas negras y rojas con signos satánicos las cuales estaban alrededor del salón, en medio del salón, prepararon un altar donde había un niño de 4 años atado de pies y manos llorando asustado y en el piso rodeando el altar, estaba dibujado una estrella de seis picos hecho de sangre donde en cada pico había una vela negra encendida. También se podía respirar en el ambiente, incienso. Los hechiceros se iban colocando en su lugar alrededor del salón cuando Beryl ingresó con un vestido largo hasta los tobillos, negro, con escote hasta el ombligo y abertura en los dos costados de sus piernas que llegaba hasta la mitad del muslo; cada paso que daba, dejaba ver buena porción de sus piernas.

Malachite le indicó que se colocara delante del altar mientras le daba una daga ceremonial que en su mango llevaba tallado la cara de su señora y en cada ojo, tenía incrustado rubíes rojos como la sangre. Él le empezó a indicar lo que debía hacer y le enseñó las palabras que debía usar durante la ceremonia.

-Para la iniciación, debes sacrificar la vida de este niño cortándole las venas y bebiendo su sangre. Luego recitarás las palabras que te enseñé, con esto, le entregarás tu vida y alma a nuestra señora de las tinieblas.

-Estoy lista para esto... comencemos.

Al terminar de decir esto, los hechiceros recitaban cánticos satánicos mientras Beryl se acercaba al niño y le cortaba las muñecas haciendo que el niño llorara desesperadamente mientras su vida se escapaba lentamente y su alma era absorbida por la oscuridad. Al ver esto, Malachite le dio un cáliz con símbolos demoníacos a Beryl la cual llenó con la sangre del niño y bebió ansiosamente. Al terminar empezó a danzar alrededor del altar mientras se marcaba el rostro con la sangre que seguía derramándose. Así fue hasta el amanecer, al término de la ceremonia, Malachite le hizo la marca del mal en la palma de su mano con la daga ceremonial y le dijo que descansara ya que faltaba que hiciera más cosas para su conversión total.

Muy lejos de ahí, Serena despertaba de una pesadilla donde veía a niños inocentes sufriendo y pidiendo ayuda, cosa que la preocupó mucho dándole un mal presentimiento.

Dos días después Malachite le informaba a su pupila sobre el siguiente paso que debía realizar.

-Ahora que has pasado la iniciación, debes matar a 20 inocentes de preferencia niños en nombre de nuestra señora antes de la próxima luna llena, esto lo debes hacer con la misma daga que usaste en la ceremonia.

-Luego de eso, ¿Qué más debo hacer?

-Eres muy ansiosa e impaciente.

-Quiero saber todo.

-Está bien, luego se realizará otro ritual donde la señora de las tinieblas te aceptará como uno de los nuestros y te otorgará poderes asombrosos.

-Eso es lo que más deseo.