1: Lado "A"

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Septiembre 1955

One, two, three o'clock, four o'clock rock.

Una joven cepillaba su rubia cabellera y movía sus pies al compás de la música alegremente mientras escuchaba una de sus canciones preferidas.

Five, six, seven o'clock, eight o'clock rock.

Tomó su envase de perfume y lo roció un poco en su cuello, se levantó de su asiento y fue a verse en su espejo <<Falta algo>> pensó para sí misma <<¡Ya se!>> fue corriendo a su cómoda para sacar algo.

Nine, ten, eleven o'clock, twelve o'clock rock, We're gonna rock around the clock tonight.

<<Listo perfecta>> pensó con una sonrisa mientras se acomodaba la pañoleta que se había puesto el el cuello para luego acomodar su cabello suelto el cual le llegaba más o menos un poco más abajo del pecho.

-¡Lucy! ¡Ya vámonos se te hará tarde para la escuela!- gritó su abuelo desde la parte de abajo -¡Y apaga esa caja de música del demonio!

-¡Se llama toca discos abuelo!- Gritó mientras quitaba su preciado amigo del aparato y lo colocaba nuevamente en su caja -Espero que no se raye.

Bajo rápidamente las escaleras, sabia que si no se apuraba su abuelo se enojaría mucho, bueno más de lo que siempre se enoja.

-¿¡Que son esas ropas!? ¡Enseñas todos tus tobillos! ¡Y parte de tus rodillas! -Grito su abuelo exaltado y con una mirada que reflejaba sorpresa y enojo- ¡Ademas está está tan pegado! -Tartamudeaba del coraje que tenía -En mis tiempos las jovencitas se vestían de manera decente y no dejaban ver tanto como si fueran unas -la miró de arriba a abajo- no se mujerzuelas del demonio.

-¡Ay abuelo! Eres un anticuado enseñar las rodillas es la nueva moda- exclamó la rubia dando una vuelta para que se viera mejor su atuendo.

-Pues yo creo que se ve muy adorable- dijo su abuela saliendo de la cocina con un plato de pan tostado y un jugo de naranja.

-Gracias abuela- le dio un beso en la mejilla y tomó un trozo del pan y le dio un mordisco -Bueno me debo de ir se me hará tarde si no me apresuro.

Rápidamente se dirigió a la puerta y la abrió para irse.

-Adiós abuela, adiós abuelo.

Cerró la puerta y empezó a caminar por la banqueta cuando de pronto oyó el claxon de un automóvil.

-¿Te gustaría un aventón preciosa?

Lucy sonrío para sus adentros y rápidamente se volteó encontrándose con un Oldsmobile 98 Starfire convertible se impresionó, era el auto más nuevo hasta ahora, se sorprendió que su amiga manejará una máquina como esas, pura clase eso sí.

-¿Y esto Er?¿Con quien te acostaste ahora para conseguirlo?- dijo mientras soltaba una pequeña risa burlona.

-Juvia pregunto lo mismo- dijo una peliazul de nombre que por alguna extraña razón hablaba en tercera persona.

-Muy graciosas chicas- la pelirroja rodeo los ojos de forma arrogante -Mi papá me lo regaló por graduarme de la secundaria, ya saben lo mejor para su niña favorita.

-Su única niña más bien- dijo otra peli azul pero un poco más pequeña y bueno más plana.

La rubia río ante ese comentario y de un salto de subió a la parte trasera de aquel auto.

-Bueno vámonos- encendió el carro y lo puso en marcha -Oigan ¿Ya oyeron las nuevas?

-¿Que pasó? Cuenta.

-Mi primo regresa al pueblo -sonrió victoriosa la pelirroja -Ya saben el que se fue a Nueva York.

-Oh la la de Nueva York -Dijo la peliazul menor mientras todas reían-Que elegancia.

-No vallan a andar de voladas con el chicas -dijo la pelirroja mientras conducía -Una mujer debe de hacer ese la difícil para atraer tantos hombres como pueda.

-Lo dice la que siempre se anda abriendo de piernas para que le pasen las materias- dijo la rubia con una risa burlona a lo cual recibió un pequeño golpe en el hombro por parte de la chica y una gran carcajada de parte de las demás.

-Cállate que yo por el indicado soy capaz de cambiar.

-Uy si- dijeron todas en forma de burla riendo.

Extraños y divertidos 50sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora