Extraños y divertidos 50s

8: Lado "A"

Narra Lucy.

Llegue a mi casa y me eche en llanto sobre mi cama lo bueno es que parecía que nadie estaba despierto a esa hora, lo agradecí rotundamente no quería dar andando respuestas sobre lo que me pasó hace apenas unos minutos, demasiado drama para mí, primero el extraño retorno de mi madre y luego esto, suspire pesadamente y me fui hacia mi cama, tal vez me vaya al campo con mis otros tíos por una temporada para alejarme de todo y todos.

El fin de semana y los dos primeros días de la semana pasaron rápido, no salí de mi casa en todo el día excepto el domingo para ir a la iglesia y a la escuela, recuerdo que estaba aterrada porque no sabía qué hacer pero me decidí por evitar a Natsu todo el día, en las clases que nos tocaba juntos decía que tenía que ir al baño y el martes me fui a la enfermería diciendo que tenía un dolor de estomago muy fuerte, me salió a la perfección.

En cuanto a mis amigas, si hable con ellas por teléfono el domingo y en persona el lunes y martes, intentaron no tocar mucho el tema ya que se los había pedido de favor, en cambio hablaron todo el tiempo del baile de bienvenida que se organizaba todos los año para los de primer grado, era obvio el con quién iban ir a ellas pero yo.. bueno yo estaba segura de que no iría.

2 días después.

Esta noche no me había puesto los rulos, Layla perdón mi mamá me los pidió prestados y bueno yo accedí, me había arreglado tan linda el viernes que no me pude negar.

Me acosté en mi cama y me tape hasta la cintura y abrace mi peluche de oso que me habían regalado cuando nací, de pronto oí que mi ventana se abrió, me asuste mucho, entonces sentí que alguien tocó mi espalda, rápidamente grite pero la persona me tapo la boca con su mano.

-Shh no grites- me dijo la voz masculina -No grites por favor- Espera.. Esa voz..

Prendí la luz de mi cuarto y me encontré con un Natsu ojeroso, con los ojos vidriosos y con un cabello todo desordenado por sin ningún lado.

Quite su mano de mi boca sorprendida viéndolo o bueno lo que quedaba de el -¿Natsu? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo encontraste mi casa?- dije en un susurro para que no me oyera mi familia.

-Te seguí cuando saliste de la iglesia, no te diste cuenta porque iba con una gorra y lentes de sol, déjame decirte que mi mamá casi me mata cuando baje para ir a la iglesia con esas ropas pero bueno todo lo haría por ti- dijo mientras tomaba mis manos y me veía a los ojos.

-Natsu..

-Espera déjame hablar, practique este discurso todo la tarde en el espejo de mi baño, Lucy nos conocemos desde hace una semana pero por favor quiero que me des una oportunidad todo lo que dijo Grau fueron cosas sin sentido hasta el me lo confesó y lo perdone porque sabía que tú también harías eso así que por favor Lucy podrías darle una oportunidad a este chico con el corazón roto y el alma destrozada ¿Podrías darle una oportunidad a este loco Romeo que se enamoro en un corto periodo de tiempo? ¿Que dices serias mi Julieta?- Se arrodillo con los ojos iluminados mientras me veía con una expresión de tristeza.

-Yo..- empecé a hablar pero no sabía cómo terminar.

-Si Romeo, quiero ser tu Julieta- dije mientras sonreía y lo abrazaba.

El se limitó a reír y corresponder mi abrazo pero de pronto se separó.

-Bueno y ahora que me perdonaste quiero que me acompañes a tu balcón, podría señorita- Me tendió la mano.

-Que atrevimiento señor Dragneel ¿No estará intentando enrollarse conmigo?- dije fingiendo sorpresa.

-No hasta que usted esté lista mi lady- tomó mi mano y beso mis nudillos, me guío hasta mi balcón y me encontré con dos coca-colas, dos hamburguesas y una pizza de peperoni pequeña -La verdad no sabía qué haría si me decías que no perdonabas- razco su nuca.

-Natsu esto es lo más lindo que alguien ah echo por mi- dije sonriendo, lo tome su cuello y lo atraje hacia mi dándole un cálido beso en los labios.

-No sabes cuánto extrañe esos labios- puso un pulgar en ellos y los acaricio.

-Déjate de cursilerías y vamos a comer- reí.