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Chiro vino a mi casa a las 2:00 en punto, ya estaba arreglada, algo casual con algo de elegancia.

--En serio que a ti te encanta lucir bien--me echo una barrida y después sonrió.

--Claro, yo no mentí desde un principio.

Llevaba unos jeans oscuros con una camisa verde vegetal, unas botas chocolate, bufanda y boina chocolate.

--Me gusta tu estilo--sonrío de oreja.

--Muchas gracias--lo mire con agradecimiento, llegando a la puerta de su departamento.

--No hay de que--busco las llaves en su chaqueta.--Por cierto, te pediré que te quites los zapatos--arque las cejas.

--¿Qué?--lo mire con extrañeza, ladeando un poco la cabeza.

--Ah, perdón, no te enseñado casi nada de nuestra cultura, el tiempo que llevas aquí en Japón--se tomo la frente.

Abrió la puerta y estaba su abuela adentro sosteniendo una cazuela y una cucharilla de madera.

Me quite las botas con incomodidad, y colgué mi bufanda y boina en el perchero de una esquina. El piso estaba completamente tapizado con alfombra de oficina.

--Sobo wareware--dejo su chaqueta de igual forma en el perchero, acomodando nuestros zapatos en un rincón, exageradamente acomodados.

Entramos a la sala y esta era completamente extraña y diferente a comparación de Inglaterra o cualquier otro lugar, los sillones eran cojines en el suelo y una mesita con las patas muy cortas, la televisión estaba en un costado, las paredes estaban tapizadas de madera, a diferencia del departamento que le dieron a mi padre, las ventanas si eran idénticas, grandes y el diseño era de madera.

Chiro me enseño su cuarto y la cama no tenia base, era un colchón completamente en el suelo, y una pecera al frente e su cama o por  decir "cama". Sabía que los japoneses o la gente oriental sus costumbres eran algo así, pero no creí que a ese cierto tipo de nivel. Si en Inglaterra fuese igual nos ahorraríamos dinero en comprar muebles. Todos los cuartos estaban tapizados a excepción de lo que era la cocina, comedor y la sala. 

Nos pusimos a platicar e todo y de la Universidad de Keio, y de unas chicas que  seguramente les caería mal, esperen ¿mal?

--Bueno si entras conmigo seguramente no te agradara o tú a ella no le agradaras, no es nada mas que a Akane.-- arqueo la cejas frunciendo el ceño y luego hizo un puchero.

¿En serio? ¿ya me estaban advirtiendo de a quien le caería mal o a mi? eso ya ni en mi escuela. No me agradaba la idea de saber que a alguien le caría mal y menos sin conocerla, ya que nunca me e tomado el tiempo de ver a quien le caigo mal, ya que por lo regular suelo llevarme bien con las personas y si no soy de su agrado, ellas se apartan de mi lado. 

--Ok no esperaba tener este tipo de conversación--fruncí el ceño confundida.

--Es que no la conoces--lo mire asintiendo con la cabeza aún confundida. Era lógico que no.--Digamos que ella no acepta a personas que vienen son de América, ya sea Estados Unido o en tu caso Inglaterra.--Abrí de mas los ojos y comencé a ponerme a jugar con mis manos.

--¿Pero porque no nos acepta?--ladee la cabeza.

--Digamos que de lo que he escuchado. Su madre era de Estados Unidos y vino a Japón y se caso con un oriental, cuando nació ella, estuvo su mamá con ella teniendo 5  años y después la abandono  y nunca se volvió a saber de ella y ahora sólo vive con su padre hasta donde yo se.--fruncí el ceño con pena, no me imaginaba a mi madre abandonándonos a mis hermanos y a mi de repente y no saber nada de ella.

Ojos marronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora