"El hundirte a tí mismo cuando no encuentras una salida a un problema o situación".
"Mirar el lado negativo de las cosas"
Eso es el pesimismo según el concepto que los humanos le hemos otorgado.
Todos somos pesimistas en mayor o menor grado, incluso...
ADVERTENCIA: Historia carente de sentido, puede provocar confusión y una ilusión torcida de la realidad.
Imagen: Jill
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◇ ◇ ◇
- Personas... Personas... Personas... Muchas personas. ¡Demasiadas! No me agrada esta sensación, siento como sus miradas se clavan en mi ser como cuchillas en carne inerte... -.
- ¡Morgaaan!
- Jill... No me digas que entró en otro de sus ataques de paranoia.
- Eso parece ni siquiera me escucha...
- Ya, ¡yo me encargo!
- Ah ¡MIERDA! ¡DUELE! ¿Jack? -salí de mis pensamientos por el agudo dolor que desbordaba mi cuero cabelludo entre las manos de Jack, este último me miraba triunfante.
- Quiero matarlo -.
- Te regresé a la cruel realidad, no me agradezcas Morgui.
- Me alegra que estes de regreso Morgue.
- Ustedes... ¿Podrían dejar de modificar mi nombre de formas extrañas? -farfullé al instante.
- Tu nombre es extraño ¿qué esperabas? -dijo Jack encogiéndose de hombros.
- Entonces no lo usen.
- ¿Eso significa que podemos darte nombre? -formuló Jill con tono entusiasta.
- ¿Acaso soy una mascota? -pregunté con cierta enervancia en mi tono.
- Oye Jill ¿qué nombre le ponemos?
- Dejame ver...
- ¡Me ignoraron por completo! -.
- ¿Qué tal Alexius o Judal? -estimó Jill con un semblante pensativo.
- Muy arcaico además debe ser fácil de decir como Worrick Wallace Arcangelo. -sugirió Jack alzando su dedo índice.
- Idiota... ¿De dónde ese nombre es fácil de decir? ¿Y de dónde demonios lo sacaste? -inquirí dándolo por imposible.
- Series. -respondió sin siquiera mirarme.
- ¿Qué tal Hei o Nergal? -preguntó esta vez Jill volteandose a Jack que me miraba atentamente hasta el punto de ponerme nervioso.
- ¡Lo tengo! Se llamará Dōtei Neversex. -enunció al cabo de unos segundos.
- ¿¡Qué!? -solté al entender el significado del apellido.
- ¿Dōtei? Es algún Dios antiguo ¿o qué? -inquirió Jill.
