Dedicado a mblmxx, por leer mis historias desde el comienzo, fuiste una de mis primeras lectoras y seguidoras, muchas gracias por todo ❤
El pueblo de Rise estaba congelado en el tiempo, un lugar escondido entre las montañas, autosuficiente e independiente, no necesitaba del resto del mundo para sobrevivir y por lo mismo ese resto de mundo había olvidado la existencia de la gente que aun habitaba ese lugar.
La población estaba envejeciendo y disminuyendo, pero tan lentamente que las personas no lo notaban. Los más jóvenes por lo general se iban a buscar mejores oportunidades a las grandes ciudades, porque para sus enérgicos corazones la vida en Rise era aburrida y monótona, no querían heredar los oficios de sus padres, así que se iban en busca de aventuras.
Esta historia trata de un joven habitante de Rise llamado Dong Young Bae, pero él era muy diferente al resto de jóvenes a su alrededor, jamás pensó en hacer algo tan tonto como irse, para él su hogar era hermoso, un paraíso, se sentía cómodo trabajando todos los días en la granja de su familia, el orden de la rutina le gustaba, no necesitaba aventuras para ser feliz, el solo necesitaba una cama caliente y comida en el estómago todos los días.
El pueblo de Rise de forma rudimentaria tenia de todo, en el centro estaba la iglesia, el zapatero, el médico, de todo lo que la gente se podría imaginar, incluso un prostíbulo abierto todos los días y noches. También estaba el mercado, una larga hilera de sitios en los que los granjeros ofrecían sus frutas y verduras, los Dong no tenían un puesto en el mercado porque su granja era famosa por tener las hortalizas más grandes y los huevos de doble yema, las personas iban a comprar directamente a sus tierras y revendían a precios más altos. Algunos decían que las tierras de los Dong estaban bendecidas pues todo lo que crecía ahí era saludable y hermoso, eso incluía por supuesto a sus cuatro hijos.
Era una madrugada fría de invierno, los inviernos en Rise eran realmente crudos, los climas ahí eran extremos, mucho frio en invierno y mucho calor en verano. Young Bae dormía hasta que unas pequeñas manos lo movieron por arriba de las mantas.
— Hermano... hermano... — la pequeña Haru de siete años trataba de despertarlo.
Somnoliento aparto las mantas de piel de su cabeza y miro con esfuerzo a la niña con rostro preocupado, ella estaba de pie junto a su viejo catre.
— ¿Mmmmh? — pregunto frotándose un ojo mientras se sentaba en la cama.
— Es Lucy... algo le pasa, creo que va a tener sus bebes.
Gran parte de la somnolencia se fue, Bae sin decir nada más aparto de un impulso las mantas y se levantó. Haru comenzó a caminar fuera de la habitación y su hermano la siguió de cerca, llegaron hasta el comedor, a Lucy le gustaba dormir debajo de la mesa así que le habían instalado una pequeña cama de paja ahí, la gata se encontraba en ese lugar, recostada de lado maullando de manera extraña, ninguno de los hermanos la había escuchado maullar así antes.
Young Bae se agacho y gateo debajo de la mesa, quedo acostado boca abajo sobre el frio suelo de adobe, su hermana lo imito.
— ¿Qué pasa pequeña Lucy? — pregunto Bae al animal y le acaricio la cabeza.
— Bae, tiene sangre... — dijo con miedo Haru y apunto a las piernas de la gata, Bae observo y efectivamente sus patas traseras estaban mojadas con un líquido rojo muy pálido.
— Esta bien, es normal, va a tener sus bebes — siguió acariciando la cabeza peluda con cariño.
En la granja Dong había animales como burros, vacas, ovejas y gallinas, todos tenían una función específica y eran cuidados por la madre de Bae y su hermana Jennie. El único animal de ese lugar que no producía nada era Lucy. Haru la encontró en medio del pueblo cuando era una cría muy pequeña, estaba sola, sucia y mojada por la lluvia que había caído ese día, la niña esa vez la escondió entre sus ropas porque sabía muy bien que su madre no estaría de acuerdo en acogerla, como la pequeña gatita estaba débil no hizo ruido y casi ni se movió en el trayecto a la habitación de la niña. Tres días fueron los necesarios para que la familia se diera cuenta del felino, gracias a los cuidados de Haru Lucy se recuperó, salió de la habitación y un día como si nada todos la vieron comiendo migas de pan del suelo de la cocina.

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Jeli
FanfictionDurante mucho tiempo el destino de Dong Young Bae fue convertirse en una persona como su padre, un buen granjero y hombre de familia, todo esto cambiara cuando una caravana de gitanos llegue al pueblo de Rise para poner la vida de Bae de cabeza. Pub...