Capítulo 3

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SeungRi caminaba por el mercado de Rise, era mediodía y el cielo dejaba ver un pálido sol entre las nubes, parecía que la lluvia comenzaría a caer en cualquier momento. Se movía entre la gente con cuidado porque el lugar estaba repleto, mucho más que el día anterior y es porque había acudido ahí en la hora con más público.

— ¡Deliciosos tomates de los Dong! — un grito llego a los oídos del gitano, busco el origen con la mirada, lo encontró en la boca de un adolecente, un joven moreno gritaba detrás de un puesto lleno de este vegetal, se acercó a él, por suerte justo en ese momento no había nadie comprando ahí.

— ¿Estos tomates son de la granja Dong? — pregunto Ri inclinándose sobre las verduras.

— ¡Si amigo! — el joven tenía la mitad de un tomate en su mano, con un cuchillo corto una rebanada y la estiro por sobre el puesto — prueba, para que no tengas dudas que son de ellos, los más dulces y rojos de Rise.

— Gracias — sonrió Ri y probó el trozo, sonrió más ampliamente luego de saborearlo. Pensó que quizá era porque hace mucho que no comía tomate, pero su sabor le pareció único.

— ¿Tú no eres de por acá verdad? — pregunto el joven vendedor. SeungRi negó con la cabeza aun masticando — entonces eres un forastero...

SeungRi afirmo, el joven le hizo una ceña con la mano para que se acercara, el gitano obedeció inclinándose sobre la mercancía.

— Los Dong son mis familiares, por eso consigo un buen precio, no encontraras mejores tomates ni más baratos en el mercado — murmuro el moreno cerca del oído de Ri.

— ¿Eres familiar de Young Bae? — pregunto con rostro sorprendido.

— Si ¿conoces a mi primo?

— No exactamente... — explico el gitano tratando de controlar la sangre que amenazaba con enrojecer su rostro cuando el recuerdo del encuentro con el granjero llego a su mente.

— Me sorprende ver que Bae tenga amigos, él no es muy sociable, no sale mucho de la granja, pensé que sus únicos amigos eran las vacas y las gallinas — el joven rio y estiro la mano por encima del puesto a modo de saludo — mi nombre es Song Mino, mi mamá y la de Bae son hermanas.

— ¡Ohh! Hola — el mayor estiro la mano y respondió el apretón sonriendo ampliamente — soy SeungRi...

— Mucho gusto ¿Y? ¿Compraras algunos de los tomates de Young Bae? — Mino le sonrió y movió las cejas.

— Claro — se carcajeo Ri ante el espíritu vendedor del más joven.

La transacción estuvo hecha, el gitano se despidió y se alejó unos cuantos pasos sonriendo con algunos tomates colgando de la mano dentro de una rustica malla, se preguntaba si habrían sido realmente cultivados por Young Bae, quizás sus manos habían sacados los frutos directo de los arbustos. Estaba distraído y sin quererlo choco con la espalda de alguien, una persona más baja pero robusta, un hombre de aproximadamente cincuenta años, el sujeto se dio la vuelta con el ceño fruncido, su rostro era muy moreno por el trabajo constante al sol y su cabello estaba enmarañado.

— ¡Oye! — exclamo el hombre muy enojado.

— Lo sient... — comenzó a disculparse SeungRi, pero fue interrumpido.

— Sucio gitano — dijo con desprecio y tomo a la ropa del pecho de Ri con ambas manos, arrugando la tela de su colorida camisa dentro de los puños — ¡¿Acaso me has robado?!

Prejuicios, SeungRi conocía muy bien esa palabra, no era la primera vez que se veía envuelto en una situación como esa, culpado de algo que no había hecho por simplemente ser la persona que era. Miro al hombre que lo sostenía de la ropa sin saber qué hacer, sabía que debía desmentir la acusación, pero también sabía que no sería útil, las personas prejuiciosas no eran fáciles de convencer, tenía experiencia intentándolo.

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