Capítulo 2

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— Un regalo... un regalo... — murmuraba SeungRi dentro de su carreta, el pequeño espacio estaba en completo desorden, ropa y todo tipo de artículos estaban desparramados por el lugar y seguía emporando pues el joven no paraba de mover las cosas de un lugar a otro buscando algo que ni siquiera sabía que era.

Ri dejo de buscar, alzo la cabeza cuando sintió la puerta abrirse, Daesung entro, su frente estaba sudorosa, parecía agitado, lo vio como cerraba la puerta y se apoyaba en ella inmóvil.

— ¿Qué haces en mi...? — quiso preguntar el menor, pero fue callado en seguida.

— Shhhh, esta como loca... esta vez sí que da miedo.

SeungRi rio, lo entendió rápido, Daesung una vez más se escondía de su esposa.

— Deberías dejar de embarazarla, yo no sé, pero creo que cargar un bebe debe ser molesto y ya es el tercero de corrido, dale un respiro ¿no?

— ¿Qué yo le dé un respiro? — Pregunto Dae lo más bajo que pudo, se arrastró por la puerta hacia abajo hasta que quedo sentado en el suelo — ella debería darme un respiro a mi... Ri, hagas lo que hagas, jamás, pero nunca jamás te enamores, te seducen, se hacen las delicadas y tú crees que son como un dulce manjar, pero cuando te tienen atrapado te muestran su verdadera identidad y ya no puedes escapar...

— No hables así de Hayi, ella es muy buena...

— Lo sé — dio un suspiro, lentamente inclino su cuerpo a un lado hasta que su cabeza choco con la pared — pero sus cambios de humor me están volviendo loco, yo sé que es porque está embarazada y eso, pero también es cansado para mí, con los otros dos niños no fue tan terrible...

SeungRi rio y siguió hurgando entre sus cosas, encima de la cama había una enorme pila de ropa.

— ¿Qué estás haciendo? — pregunto Daesung al notar que el lugar era un desastre.

— Estoy buscando algo... — respondió sin mirarlo, moviendo cosas de aquí a allá.

— ¿Qué cosa? Puedo ayudarte — levanto su cabeza de la pared y puso ambas manos sobre el suelo, gateo hasta la cama, no quería levantarse por miedo a que su esposa lo viera por las pequeñas ventanas.

— Es que... no sé qué estoy buscando.

— ¿Ah? — Dae lo miro confundido.

— Le prometí a alguien un regalo, pero no sé qué darle.

— ¿A quién? — por curiosidad comenzó a mover algunas cosas sobre la cama.

— A alguien... — levanto una camisa colorida con ambas manos y la miro ¿aún conservaba eso? Quizá esa era una buena oportunidad para limpiar su carreta.

— Si me dices para quien es el regalo quizá pueda ayudarte ¿es para Ji Yong?

— No... ¿Por qué le regalaría algo a él? — Pregunto sin dejar de hurguetear entre sus cosas — no es su cumpleaños ni nada.

— No lo sé — se encogió de hombros — es como tu hermano ¿no?

— Es mi hermano, pero si le doy un regalo así como así probablemente Seung Hyun me golpearía.

— Seung, él ha estado un poco raro ¿no lo crees?

— Él es raro — sonrío.

— Más bien — dio una carcajada — se comporta como una persona normal, está muy serio y pensativo, quizá peleo con Ji Yong.

— No es eso, cuando pelean Ji viene a dormir aquí conmigo y no lo ha hecho.

— Como sea... si no es para Ji entonces ¿Para quién es el regalo? ¿Acaso tienes una novia pequeño Riri?

JeliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora