Y en un parpadear ya pasaron dos años de tu muerte, dos años de soledad, dos años sin tí.
Hoy estoy aquí, en nuestra graduación, recordando Como tus manos rozaban mi cara y aquella sensación de estar en el aire que tenía al besarte,
Menos iba a olvidar esos ojos negros, tan pequeños, no se borrarán de mi memoria y es que a pesar de tu ausencia...
Te amaba más que ayer.
Así tuve que ir a la fiesta, obligada por mamá y mi terapeuta.
Cuantas veces quise olvidarlo, dejarlo partir tranquilamente, pero su recuerdo era más fuerte.
Fue así como sonó nuestra canción favorita y tu,
Ya no estabas, no pude seguir más en el baile, y me senté en uno de los columpios del patio de la escuela .
El cielo estaba gris, relampagueando pues, parecía aproximarse un huracán y yo...
Sola con ese hermoso vestido blanco que mamá me había obsequiado con mucho esfuerzo, estaba muy arreglada y con el cabello hermoso, más largo que de costumbre.
Mientras mis pensamientos divagaban , una gota de lluvia llegó a mi rostro y solamente esperé a que lloviera y que mis lágrimas también se confundieran.
Mientras me mecía, sentía como la lluvia mojaba mi vestido y el viento helado soplaba mi rostro,
como el ruido de los rayos estremecía mi alma, pero nada de eso importaba por que tú, ya no estabas aquí.
Y caminé descalza en medio de la lluvia, muriéndome de frío pero sólo recordaba, cuando juntos esperábamos el ocaso frente al mar.
