Capitulo 1 PRIMERAS LÁGRIMAS

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Ojala hoy mis padres se olvidaran en que día están. Ojala a partir de este día todo cambie. Sería una señal. Pero desafortunadamente no es así. En el pasillo se escuchan las risas de mis padres y de Pía, mi prima. No es precisamente la prima que hubiese deseado tener, pero es muy cierto aquello que dicen que la familia a la que perteneces no la eliges tu, si no el destino. Pía, o más bien dicho Olimpia, ese es su nombre, pero prefiere que todos le digamos Pía, es el ser más despreciable del mundo, todo lo que he querido hacer ella lo ha hecho ya, se adelanta a cumplir las cosas que yo no he podido hacer, por eso ya no le cuento mis planes aun que ella me los pregunte. Llego ayer de París y vivirá con nosotros durante un par de meses, y es más que obvio que se ha inscrito a la academia de ballet en la que yo estoy.

sus risas se escuchan cada vez más fuerte, eso indica que están ya tras de mi puerta. No quiero esto y ella lo sabe, y como sabe que me enoja lo hace adrede. Me envuelvo con las sabanas y me hago la dormida. Escucho dos golpecitos en la puerta, y como ven que no respondo entran.

-Lo ven, les he dicho que aún está dormida. -se mofa Pía.

El feliz feliz cumpleaños empieza a salir de los labios de mis padres y de ella de Olimpia. Hoy es mi cumpleaños número 21 y por un momento creí que hoy esto no sucedería. Durante 21 años me han hecho lo mismo, cantarme esta estúpida canción, bueno cuando se tienen 10 años a nadie le disgusta que le cante el feliz cumpleaños. Pero cuando empiezas a ser mayor esas cosas se vuelven absurdas y tontas.

-Cariño, vamos. Tienes que soplar las velas. -escucho que dice mi madre.

-¿No piensas quedarte todo el día en la cama verdad? -ataca mi padre.

Eso sería lo mejor, quedarme en la cama y dejar a esos tres solos. Otro cumpleaños que me arruinan ya. Inhalo lo más fuerte como si fuera la primera vez que respiro y les doy la cara. Me los encuentro ahí, mirándome mis padres con cara de felicidad, Olimpia con cara de burla, sabe que odio esto, aun que no se si se ríe de mi o de mi pijama. Ella lleva una bata de lo más diciendo soy una pu...

-¡Alena! -la voz de mi madre me saca de mis pensamientos. La miro sin saber qué hacer. -Anda pide tu deseo y apaga las velas.

No quiero seguir con esto y mientras mejor me apure apagar las velas, más rápido me dejaran sola. Así que eso hago, me dispongo a soplar las velas, justo cuando soplo el clic de mi cámara se dispara. Me vuelvo hacia donde la deje y la encuentro en las manos de Olimpia. Como se atreve esa arpía a tomar lo que no es suyo.

Mi mirada lo dice todo, porque se apura a dejarla en su lugar. -Disculpa, pensé que sería maravilloso que capturáramos un momento especial para ti, como todas las capturas que tienes. -se atreve a decir la muy imbécil.

No respondo, total para que me molesto en hacerlo. Si esta rubia hueca no entiende nada. -Gracias. -por fin logro articular para mis padres. Ambos me dan un fuerte abrazo y salen de mi habitación, dejándome con la insoportable de Pía. Me levanto de la cama y voy a mi closet para sacar un par de shorts y una playera. Escucho como Pía toma mis cosas y las vuelve a dejar en su lugar, no entiendo como hace eso cada vez que está en mi habitación hace lo mismo, que nunca se cansa de hacer eso.

-¿Que planes tienes para antes de la fiesta de esta noche? -pregunta la muy zorra.

-Esto. -respondo enseñándole mi ropa y cojo las converse. No le doy tiempo a que me responda y me meto al baño, mis ojos se posan en mi cuerpo a través del espejo y  encuentro muy simple mi pijama, nada que ver con la de ella. Muevo la cabeza rápidamente desechando esos pensamientos, jamás me he acomplejado por nada ni por nadie y no será ella la primera quien lo haga.

Es cierto que Olimpia es rubia y de ojo azul, pero yo soy una castaña de ojo verde más guapa que ella. Cuando salgo de mi habitación doy gracias a Dios por que Pía se haya largado de mi habitación. Tomo el IPod y bajo rápido las escaleras, aviso a Colly, nuestra ama de llaves que iré a correr un rato.

Siempre lloras en las fiestas?Where stories live. Discover now