Hot. Astren

18 2 4
                                        

Owen miró una vez más las velas encendidas que Astreah tenía en su habitación.

Ella había insistido en ver una película ese fin de semana y él había accedido. No es que él tuviera alguna expectativa de esa noche, pero definitivamente las velas se salían de su idea de ver una película. Aun así no dijo nada.

Podía sentir la suave fragancia de canela que ella había puesto en el quemador.

Suspiró.

Astreah se acurrucó contra él todavía más. De pronto le pareció que la temperatura de la habitación había subido unos cuantos grados centígrados cuando ella puso la mano en su pierna. Una escena apasionada apareció en la televisión y de repente todo tuvo sentido.

Los fines de semana de película, las flores que a veces había en la habitación, las rojas sábanas de seda, todo. Se sintió idiota, sobretodo por las más que obvias insinuaciones que Astreah le había estado mandando durante todo el mes.

Su mente dejó de divagar y se trasladó al presente donde la mano de ella le acariciaba la piel de su torso. Una vez más suspiró.

—Astreah —susurró.

Ella le hizo saber que le prestaba atención con un suave sonido gutural.

Él sonrió. Era lindo de su parte que ella planeara ese tipo de cosas, pero simplemente no era lo suyo. Aun así se sintió conmovido.

Ignorando por completo la película él la acercó más a sí mismo y besó su cabello. Pasó su nariz suavemente por su oreja y jugó con el rostro de ella hasta que sus labios se encontraron. Entonces le dio un beso suave pero cargado, delicado pero arrebatador.

Sintió cómo la respiración de Astreah se aceleraba y comenzaba a jadear.

—Me voy a mi cuarto —dijo.

—¿Qué? —exclamó con voz apenas audible—. Owen.

Él se levantó y tomó su chaqueta y, aunque realmente no era su intención, una suave sonrisa de diversión se formó en sus labios. Sabía que ella le quería.

Y yo a ti, Astreah

Dijo para sí mismo, disfrutando del pequeño hecho que ella no podía leer su mente.

Nuestros UniversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora